De Amores y Desamores

erente de finanzas y otras personas que no recuerdo bien. Por si fuera poco, había dos personas que estaban conectadas remotamente. Eran el gerente de negocios glo

e mi casa y el horario era extenuante, por lo tanto, me hacía mucha ilusión con esta oportunidad. Era una empresa multinacional reconocida internacionalment

adre de mis hijos es como la mayoría de los padres divorciados; los ve fin de semana por medio y paga pensión alimenti

e empresas, hablo inglés, francés y portugués. Me encantan los idiomas y me he dedicado a estudiarlos desd

da de interesante. Me casé muy joven, sin mucha experiencia previa y solo duramos

que mi amiga Margarita cree mucho en eso de la ley de la atracción y me dice que debo visualizarm

Soy bastante optimista, alegre y veo siempre el lado positivo de las cosas,

Era el mismo CEO para informarme que había sido la elegida, que me iba a llegar un email con toda l

ar el aviso en el trabajo que tenía en ese entonces, por lo que no

guo trabajo, tuve mucho trabajo tratando de dejar todo arreglado y de enseñarle a otra

practicar todos los días los idiomas que sabía. Empezaba a trabajar a las nueve de la mañana y terminaba a las cinco de la tarde, por lo que me daba tiempo p

n muchos beneficios e incluso yo misma tenía una asistente junior que me ayudaba con trabajo administrativo,

, que tenía setenta años, le dio un accidente cerebro vascular, el cual no

inación. En una de esas muchas reuniones, nos anunciaron que el gerente de negocios global que vivía en Estados Unidos vo

guiente, pues sus hijos estaban en el colegio y no era fácil trasladarse de regreso. Alvaro, mi nuevo jefe era muy amable y nos llevamo

ver, bueno yo lo intuía porque él me había pedido un departamento cerca de algún parque o área verde para salir a trotar. Cuando llegó a nuestro lado nos quiso saludar muy amablemente con un beso en la mejilla, como se acostumbra acá. Yo justo estaba estirando mi mano, porque por protocolo siempre saludaba así, ya que la mayoría de los extranjeros n

Lo dejamos instalado y nos fuimos. Me llevé una copia de la lla

o al trabajo para poder recibir a A

na, lo dejé instalado y quedamos de juntarnos a la

ra un hombre con clase y muy estiloso, olía rico, era imponente. No era rubio, pero tenía el cabello color castaño claro y

e no viajaba mucho, había otros que lo hacían por él. Viajó mucho, pero con el tiempo empezó a viajar cada vez menos, y eso a mí me acomodaba mucho, por mis hijos, a pe

gida por él. El me dejaba ser y me daba total libertad de acción. Tenía plena confianza en mis capacidades. En cambio, Alvaro era más tímido, más callado y reservado. Era muy inteligente y demasiado exigente. Yo era

po, ya que teníamos reunión de directorio en dos semanas y venía ge

de mucho trabajo y ese día principalmente agobiante. También hubo muchas risas, ya que el ambiente era distendido y con mis compañeros de trabajo nos llevábamos super bien y era un grupo

ón que empezaba en cinco minutos. Miré la mesa y vi su credencial de acceso, la tomé y salí corri

anos ocupadas, en una llevaba su computador y en la

Levanté la cabeza y me estaba mirando hacia abajo, pues era mucho más alto que yo. Estaba serio y no hablaba, solo me miraba y en su mirada vi algo que no supe descifrar. ¿Intimidad? ¿deseo? Sus

rle las pelusas de un chaleco a un hombre, uno no lo hace con cualquiera a menos que se tengan mucha confianza. Ese es el gesto de una esposa, novia, ellas lo hacen, ¡no las asistentes! Me sentía mal por haber enviado qu

abajo y no involucrarme en relaciones románticas con ningún colega y menos con jefes. Si bien cuando lo cono

a una y mil veces, en el camino de regreso a mi cas

on él. Traté de minimizarlo y pensé que seguramente soñé con él por lo que ha

normal posible, como si nada hubiese pasado. El hizo lo mismo, fingió o def

o y siempre estuvimos con otros miembros del equipo, así q

tipo. Incluso sueños muy incoherentes en donde él no tendría por qué participar, pero ahí estaba. Había pensado incluso en conversar con él para aclarar las cosas y dejar de