La novia virgen del rey
metida, antes de que esta se dier
ahora quién cuidará de ti? -murmuró olvid
Selene a su habitación -se atrevió a decir una de e
y Selene -dijo-. Llama al médico y tú,
ntre sus brazos. Se sentía raro de tenerla así, pero prefería ser él quien la llevara y no otro
más sus ropas, que su carne. Algo que no tenía sentido, el Barón Russell no
que Selene Russell comía o dejaba de comer no era su probl
dos en la puerta de Selene, el hombre obed
de lugar, no podía imaginar la terrible noche que había pasado velando la salud de su mad
y no era su prometida, sin embargo, sus destinos habían sido trazados desde años atrás y sin importar que el corazó
eso significaba renuncia
algas el sacrifici
entras cuatro de ellas entraban a la habitación con las cosas que había solicitado. Habí
n desconfianza, él no
alor, ella pasó toda la noche en vigilia -dijo
, retírens
os que alimentarla -se at
ió haciendo un gesto silencioso
titud del rey, pero no tenían voz ni voto
as entre nosotros. Una noche de vigilia cuida
brazos. Era un acercamiento que no debía ser, pero que era necesario. Así que, olvidándose de las etiquetas y sin
guntó, medio gritó, escandalizada por
Frederick, sintiendo como su hombría saltab
bebió de un solo trago. Ella no estaba acostumbrada en absoluto a beber, de hecho, nada la había preparado par
vió la mirada y le sonrió avergonzada, mientra
ederick con voz ronca y lo único que h
sario que me tenga así -sugirió, pero
a bandeja de comida, con la que se le hizo agua la boca y su estóma
ne, pero lo único que recibió por res
intió, pues Selene parecía que no era capaz de mover solo sus brazo
bió y tomó en sus manos una taza de sopa caliente, introdujo la cuchara y la cargó del alimento, par
dy, se sirvió otra copa y no le dio tiempo al rey de quitársela de las
está haciendo? -p
-contestó ella, disim
omo si intentara hacerla entrar en calor tras sus palabras, pero se alejó rápidame
su acción no fuera tomada como una grosería. Empezó a comer la sopa
oca del estómago la hizo quejarse y poner en alerta a Frederic
uchero que ella hizo, le pareció demasiado ti
tudes infantiles, pues siempre había sido una joven de su casa, bajo el cuidado de sus padres y con muy escasa interacción
nerviosa, logrando que los ojos de él se desviaran hacia ese lugar -. Debes tener cuidado cuand
sabe nada bien -se quejó y el re
te? ¡Dos veces! -inquirió confundido y ella no quería ponerse en evidencia,
erpo -. ¿Puedo descansar? -preguntó, como si le pidiera permiso al rey, pues se
rró la cintura de Selene, para ay
pensar en la delgadez de la joven y la
mir mejor, pero parecía que Frederick no pensaba dejarla sola ni un segundo, así que, se resignó y a
ro finalmente, el cansancio le ganó y se dejó caer en un s
de la habitación, agarró uno de los libros del pequeño librero en la estancia y leyó, hasta que el sueño también lo abrazó, pues su noche
llo, había escuchado del ataque a la reina y de q
ebería -
del reino, para bien o para mal, fue ella quien te
n la habitación de la reina! -comentó una
asó! -solicitó la otra
ado en brazos del rey -ch
to, debió sentirse i
paz de moverse, quería seguir escuchad
desmayó luego de pasar toda la noche cuidando de la reina,
caer rendida en
a sus aposentos, no dejó que ningún guardia la tocara e i
e su pecho, sus puños se cerraron y sus uñas dejaro
tendremos pequeños príncipe
normalmente nunca pisaba. Él estaba designado al ala sur, como segundo
pero él no se amedrentó y pasó de él. Después d
dos, se internó por los pasillos y s
Frederick llegó antes de que él pu
ea de mentirle, pero no iba a p
i no lo sabías -expresó de forma profunda
o de pasar un interesante momento junto
retó los
a ve
enry. ¡Ni te le