Castigando a mi jefe

orgullo, mi dignidad habían quedado en el piso, «sexo Tiana, solo sexo significaste para él, c

es no se había dignado a estar conmigo fuera de su oficina, había sido un juego y yo había ignorado todas las señales, como había

a que me hizo sentir más estúpida de lo que me est

se me ocurrió pensar que me pediría matrimonio,

s, no llores, no lo merece, él

lo que hizo? —sollocé avergonzada —me usó antes de decir que solo había sido un juego

iento

raría de mí, pensé que ese anillo era para mí, no tienes idea de como me estoy sintiendo al recordar la estupidez que casi hago, es tan vergonzoso, no sé cómo v

no seas tan dura contigo —dijo con ternura Gianni—. Pe

a o quizás sentirme peor, que estaba pensando, ¿sabes que es lo peor?

casa, beber, no t

me pidiera mantenerlo en secreto, me dio tantas señales, que tan estúpida puede ser una mujer para no atender todas esas señales, encima todo

mano por mi rostro tratando de entrar en razón, me miré una vez más y pude verlo a él diciendo esas palabras, solo sexo, solo placer, si, mientras yo me h

volveré al trabajo —sol

que dejes tu empleo y todo lo que habías planeado porque el estúpido

que hice y estuve a punto de hacer, no creo ser capaz de seguir viéndolo después de

que te pondrás muy linda, harás que se arrepienta de lo q

i fuer

l trabajo y el resto de mis, proyectos por el estúpido de nuestro jefe, ella ten

no fuera suficiente con sentirme estúpida, tal parecía qu

ue duele, puedo imaginar como te sientes, p

aba y me preguntaba, me despedí de ella y subí al taxi, al escuchar como amable el conductor me preguntaba que si me encontraba bie

, el conductor me miró, p

mujer —. Me cuestioné mientras me recostaba en el asiento —

el conductor pregu

star bien, eso es lo que cree? —pregunté molesta, —es usted un ser sin corazón, igual que él

samores eran normales, nadie estaba exento de sufrirlos, pero no solo había sido eso, me había usado, me había hecho sentir humillada, a que imbécil se le oc

me ocurría en ese momento, llevé conmigo mi móvil y me debatía entre sí, llamarlo, enviarle u

ntido? —le respondí sin darle tiempo

necesito que me hagas un favor, va a ir un mensajero por una caja pequeña, como d

te, me había quedado en shock, escuchaba su voz, me preg