icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

En los brazos del mafioso

Capítulo 3 3

Palabras:1194    |    Actualizado en: 03/12/2023

rdo C

isto a esa mujer una sola vez y desde entonces había vivido dentro de mi cabeza como una roca qu

zo que oí ondearse en mis oídos al tie

movieron, negué pasando a su lado como si no la conociera

pasó esa noche se quedó enterrado porque

o. Vestía de blanco, lo que me indicó era la enferm

de ver al abuelo en su camilla, con una gran

sé su mano como el protocolo de ser

ometida? - me preguntó

a su ejército de innecesarios. - mencioné con el

ó importancia. Se veía más contento que yo por mi matrimonio y es que la verdad, era que

on poder y por ello accedió cuando el concejo, del cual su

or más que odiar

estar en camino o ya existir, en caso co

vaba a tener solo dos meses para dejarla embarazada. Cosa que odiaba pensar,

cargo siguiera con las misma libertades, ten

o con siete maletas que su equipo de inserv

tu abuelo. ¿Donde

ba, encabezando la mesa. Rachel dobló las rodillas y besó el dorso d

odo. Cambiaba de parecer a cada rato. Incluso

es hacer que el abuelo sonriera, ya que aseguró que era la forma en que sa

Una hora de ejercicio, hasta que mi mente se despejara lo suficient

través de los arbustos ornamentales vi aparecer a l

to hasta que fui inte

con una forma de vestir no propia de ella, pero sabía que u

su cama. - comuniqué. Mir

rlo. - sonrió most

reer que todos debían amarla para ser perfecta ant

harme para resolver lo del concejo. Una última reunión par

oncebido, al mes de nacido sería la ofi

enía su edad. - escuché decir a mi abuelo. Frené mis pasos frente a su

e a su tía Keyla y a mí.

? ¿Que pasó c

se rió ella. - Hubieron problemas.

una relación ven

l pasó a mi lado con una bandeja lle

- irrumpió en el dormitorio. - Un

el desayuno en el c

lo la

nera, alguna vez, Don Braulio. - aconsejó la enfermera

ue de su agrado que alguien le llevara la contraria, jamás lo permitió, p

a historia familiar, pero escucharlo reír me hizo ver que no lo conocía como tal. Lo peor

congeniar con enfermeras insignificantes, por ello,

edio de risas dedicadas exclusivamente para él, se veía bien haciéndolo, pero ese no era el caso

su cuello me quedé frío ante la mirada conocida que impactó como u

al surgir una idea. ¿Podría ser ver

ño? - fue la pregunta que la hi

Obtenga su bonus en la App

Abrir