El papá de mi mejor amigo.
ara de est
ste eso? —Austin grito
los hombros— No
tenía todas las intenciones de irse enci
Ehe
abía que ya e
rtos, mientras tanto Austin había quedado congelado ante la presencia de su padr
de hacerle a mi
aquello sonó má
menor lo apunto— Vi el
ado y aquella no era la manera que pensaba despejar sus pensami
ano —el señor Kinzler se sen
do de casa de Rafael y se encontraba bastante agobiado, no porque había besado a su mejor amigo, sabía que de parte de ningún había significado algo
enido el apoyo de estos, no sabía cómo reaccionarían al saber
meo el hombro de s
mpartir lo qu
a cómo mirar a los ojos a su progenitor
oman? —Austin pregunto mie
hermano! —respo
regunto con nervios— Pero, resulta que he conocido a un chico y es tan precioso, papá. Es como un ángel, no —dijo pensando por un mo
alabra dicha y no podía negar no sentirse sorprendido, pero de alguna manera, es
ces ¿Te
ha gu
nsar, como sería bes
dijera una palabra, pero es
Sabes que tu madre y yo te ama
—el meno
ración junto a tu hermana, claro. Pero Austin, así como las chicas, existen chicos frágiles y no te permito que los vayas a lastimar ¿Entendiste? — Damián miro a su hijo con total seriedad— Nunca te des el lujo de jugar con los sentimientos de algui
ndido,
con aquel discurso? Admiraba y
uien c
iernas de su esposo— Alguien por quien daría mi vida —
os —el menor se puso
os? —la castaña pregunto interc
e gustan los chicos —Austin conf
s y sonrisa en el rostro, se encargó de llenar de besos el
ntraba el corazón de su hijo— Tu padre y yo te amamos y a quien tu ames, será par
Así
a cualquiera. Mejor alguien que sea así como tu papá —asintió sonriente
aron de lágrimas, porque agradecía que sus padres se amaran tanto y de esa manera les enseñaran a amar, c
…
utos Austin ya
para patearte el trasero! —gritaban— ¡Estás
uieres callarte? Pe
es más rápido que tú!
n agilidad lo sobrepasa, se acercó al área… pasa el balón a Leo; este tira a puerta, Axel recoge y sac
e corriendo, siendo seguido por sus compañeros,
ltar para mirarlo de regreso— ¡Ni conoces a tu abuelo, d
as las intenciones de abalanzarse contra Austin, cortarle la cabeza, de paso la l
tía demasiado cansado como para ponerse
k gritaba tratando de alentar al pelinegro— ¡N
A