6 de Enero (Libro I)
no era capaz de ocultar mi fascinación por ella. HabÃa logrado esto en un dos por tres y sin la intención de conquistarme. IncreÃble la
bromas como acostumbraba con mis amigos para intentar llamar su atención, conseguà que se enfadara conmigo al punto de hacerme un g
espaldas, pero lo que menos esperé fue que me doblegara y luego de una forma no intencional la insulté y no tuvo la mejor idea de darme un golpe tan certero que me
e incluso, gracias al destino, irÃamos al mismo establecimiento de vacaciones. Entonces supe que esa se
baña, que me retiré a la mÃa con la intención de ducha
unca antes habÃa visto y la sonrisa más encantadora que logró obnubilar m
pleto exitoso para el siguiente disco ya que luego del conflicto que tuve con una fan acosadora necesitaba hacer olvidar esos inconvenientes con un disco
gancho derecho, pero da igual. Me cautivó desde el primer momento y aprovecharÃa l
espantarla. DisfrutarÃa de la vista. En la soledad de esta cabaña y con una madrugada hermosa y tranquila, era un momento especial
etra y la melodÃa eran exquisitas. Decidà que llegado el momento se lo mostrarÃa a mis am
Ãa que en dos dÃas más ten
e terminar de escribir tomé una ducha, pero aún no tenÃa ganas de dormir y entonces habÃa decidido salir a la playa mientras veÃa como amanecÃa. Vaya la sorpresa
abÃa dicho que era artista, por lo que esa delicadeza con la que veÃa todo no queriéndose perder de ningún detalle, er
sumergido viéndola que no me percaté que se habÃa dado cuenta
avillosa que estaba. Ese aire de naturalidad que denotaba era armonioso. PodÃa ver lo descansa
siento a su lado y mirándola a los ojos veo su f
ce, apuntándome con una ca
s ir a nuestro paseo y ver donde podrÃamos
o me encontraba realmente curioso de ve
por sup
s disfrutando, aunque carecÃa de color podÃa apreciarse que era un bello amanecer
dibujar, es perfecto al igual
o dormà nada y me la pasé toda la noche organizando la ca
– Ahora si podÃa ver su frustración real, me hacÃa reÃr como un tonto – Y cómo te de
de sonriente – Bueno que esperamos, vay
y sus bellos ojos refulgÃa de un fuego vivaz. Me pidió diez minutos para de
mos para hacernos varias preguntas bastante mundanas como nuestros nombres completos, de donde venÃamos y a qué nos dedicamos. Todo co
n casa debido a mi carrera de músico. Claro, me decepcionó un poco que no escuchara nunca de mÃ,
s tantas más decidimos que era momento de buscar el lugar ideal donde desayunar, amb
indo, pero más lindo y embriagador el aroma a café recién tostado que inundaba el ambiente. Tomamos asiento en una de las me
tostado de jamón y queso. No fui tan rápido para desviar la mirada cuando e
a para comer porque solo piensan en verse bien. Me enca
he conocido y me encanta. – Respondo a su explicació
– Hago cara de asco con lo cual me gano una mir
en he aceptado salir. – dice provocando una carcajada de
que se encontraba en la mesa. Ella observando nuestras manos con cierta sorpresa en su rost
para almorzar todos juntos, luego una si
enes? – respondo, molestándola.
da asà que sÃ, necesito una si
maliciosamente y sé que alguna idea
apuesto el desayuno que
a a pagar el desayuno, pero para tu
y saca su identificación de la cartera – P
En un primer momento creà que serÃa un poco más mayor, pero su madu
ió la lengua – me dice con la ceja arque
ras mucho mayor, te ves más seria y
¿Aburrida? – dice sorprendida –
reo que tiene una facilidad increÃble para encontr
reÃr, no te das cuenta, pero no eres de ese tipo de chica, eres diferente y me fascina eso. – Veo como su muy leve enojo fue a parar ya en otro
estar cinco minutos sin molestarme ¿No? Y luego me
ndo las cejas de arriba a abajo, ganán
ienes r