Corazón Prohibido
tan elegante? ¿Hmmm? Puede que sea un ven
i amiga y en cuanto llegamos le conté lo que me
ía razón, que el hombre con el que me acosté me
y no puedo enojarme po
a la cocina a preparar dos tazas de café; ella está paranoica y
temprano me
e, le digo que debería de pensar en
do —miento, me muerdo el labio inferior para evitar no reírme—. Lo siento, es qu
erer escuche el café que había llevado a su boca—. Eres una mentirosa, no estás así por el nuevo jefe, todo
oca—. Reconozco que soy una loca, que ese ho
o, lo lamento, pero me daré un baño,
lón, y sigo sus pasos con desespera
—grita eufórica—, pero si quieres que te haga las uñas m
corazón y sus risos dorados la c
unas cosas en la despensa y con mi sa
a cocina; dejando la
dará ese helado —me advierte—, el día
helados —agarro su taza y la llevo al fregadero—, vete a duch
porque no quiero q
l ascensor se abrieron de la m
ejé de rogarle a Dios y al universo; prometiend
pedirme, ya que el nuevo dueño y encargado de la emp
un ser humano y por ende e
o estoy preocupada, que si me despiden puedo buscar ot
tomo una bocanada de a
esidencia ha iniciado, ¿qué vamos a hacer? No… Te dije que el
ocupes, aparte la que tiene que
ñor Smith deci
es cierto, sin embargo, no
personal de presidencia. Somos los primeros afor
No, esperen, ¿ustedes dos
ldi
ndra queda con la
todos, le quiero decir que no estoy dispuesto a permitir estas faltas, todos los
dita
que me acosté la noche de la f
ingún me
a o nunca”. No puedo con la vergüenza; le dije que el nu
lto, ardiente,
las palabras no podí
o como un egocéntrico de lo peor, energúmeno y un niño de p
y aca
murmullos se hace presente, la negación de to
que no volverá a suceder —Alondra e
erminado, todos pueden ir a sus puestos —ord
—maldición, empecé a
star con él? ¿En
e —señala
o gr
es m
sotras —y la voz de terror de Alondra lleg
ndose a su oficina, mientra
ita Anne —dice en tono serio