RENDIDO A TU AMOR
mborileaba contra el techo del carro mientras Geraldine dudaba en responder. La atmósfera en el
hombros de Geraldin. Sabía que no podía escapar de ello, así que respondió en voz baja
có escalofríos por la espalda. "Calidad sobre canti
a. Sintió una creciente inquietud y vulnerabilidad, atrapada en este
risas distorsionaba el mundo exterior. El silencio se instaló entre ellos, interrumpi
lento y deliberado a lo largo de su muslo. Su toque envió una descarga eléctrica a tra
tiró la mano y dio otra calada a su cigarrillo. La espiral de tensión entre ello
detuvo en la entrada del club de campo y apagó el motor. El silencio se prolongó en el auto mi
, tan cerca que sus respiraciones se mezclaron en el reducido espacio. "Señorita Kennedy, cre
a se encontró en una encrucijada. La desesperación la había llevado hasta al
o que no mezclaríamos negocios con asunt
orita Kennedy. No mezclemos negocios con placer". Dicho esto, abrió la puerta
stenía un paraguas que lo protegía de la lluvia pero la dejaba a ella expue
erta", dijo Geraldin, sus palabras a
expresivo, como si la lluvia no le
lí, con una mirada venenosa en sus ojos. La visión de Geraldin saliendo
si estuvieran enfrascados en una batalla silenciosa. Geraldin se sentía como un
da una con sus propias agendas. Se sentía como si ella fuer
ó sobre sus talones y se alejó furioso. La tensión en el aire era espesa y a
nos resonaban en la distancia. Hebert y Geraldin entraron al club y encontraron refugio de la tor
ert, pero la presencia de una hermosa mujer en su brazo no era del todo inusual para un hombre de su estatura. Los client
y fuera de lugar, buscó refugio en un rincón tranquilo, con la ropa mojada pegada a ella como una seg
s, agobiada por las complejidades de su vida. Estaba atrapada entre un hombre que la había utilizado y otro
s rostros. Loren había estado ahí para Geraldin durante su tumul
o lo de hoy", dijo Loren,
eña pero genuina sonrisa. "Gracias, Lo
emente deberíamos regresar a casa. Ten
de hombres. Se acercó a Geraldin y le susurró: "El señor Weber está preocupado
da de gratitud. "Gracias
sintió sin interrumpir la conversación. Afuera azotaba la tormenta, un
e adelantó a buscar el auto. Geraldin estaba bajo la lluvia junto a
z suave. "Encontraremos una manera de ayudarlo, incluso si
por los desafíos aparentemente insuperables que se avecinaban. Su vida se ha
nsamientos de Geraldin eran un torbellino de confusión. Había venido buscando la ayuda de Hebert, pero ahora se
vilegios que la había envuelto brevemente. Era un mundo que parecía a la vez atractivo y traicione
tidumbre, pudiera encontrar un camino propio, uno que la llevara a la justic