El hijo del millonario arrogante
l número de teléfon
arle. Tal vez él
lo de nuestro encuentro en Bali. Todos mis amigos conocían a Daniel
hubiera abandonado, pero no era idiota. Parecía lo suficien
vez que le lla
pensé. Si así es c
embarazo y dio positivo, vol
a llamarle. Por tercera vez, saltó el buzón de voz
asar. Necesito que me ayudes. No quiero nada de
, todo. Pero no le dije qué me pasaba. No
o busqué en Internet. Para mi sorpresa, Richard Ma
ltimil
areció en la puerta de mi casa, me d
acostarse conmigo era el mayor error del mundo. Y ni siquiera podía
ía, me consid
, pensé mientras miraba la carta. Y por
n montón de dinero
sie
CH
ños de
iento?
mi salón, la periodista pare
, volvió
en tu vida en
ño y descruc
s les interese mucho ese tip
se río, como si yo estuv
Malone
z decimales. Y lo que es más, es usted uno de los filántropos más queridos de Nueva York, con contribuciones benéficas que van desde galerías de arte
preguntas habían versado sobre mi estilo de vida, mis gustos. ¿Y ahora mi vida amoro
d , respondí
omento. Mis restaurantes y bares me mant
itas ni novias? ,
o se podría decir que
i , la supermodelo, el pasado
mos amigo
os rumores dicen que terminaron
es genia
icadas. No siempre hay tiempo para una relació
y de tu i
mucho que c
a Nueva York hace unos diez o do
s. Pero primero tenía que quitarme el Henley gris y los chinos oscuros que llevaba puestos. Mi publicista me había ordenado que visti
stura, un mundo al que en realidad no pertenecía. Elegí una elegante corbata azul de Hermès, que anudé con mi caracterís
legué por primera vez a Manhattan, me quedé completamente fascinado por su belleza, el glamour de los altos edificios del centro, que parecían brillar a la luz del sol, las largas
omer, uno de los días más concurridos de la semana, y a mi alrededor, el comedor bullía de actividad mientras los clientes, felices, contemplaban
o John Reed uno de mis encargados e
n , g
me llames Richard
en , dij
or llegar. Y Jack me ha preguntado si podrías