LA MENTIRA: ENGAÑO AL CEO
Al recibir el mensaje, Joshua llamó y concertó la cita con la ginecóloga rápidamente. Este, después del baño, la vistió cómodamente, según las recomendaciones de su suegra. Al llegar al consultorio, la doctora era una mujer joven pero muy profesional.
―¡Angie! ¡Qué placer verte! Ya no me recordaba de tu rostro, aunque creo que cambiaste y mucho ―comentó la ginecóloga, saludándola con un beso en la mejilla.
―¡Hola! Para mí también ha sido una sorpresa, porque no sabía que te habías graduado y menos que esta era tu especialidad ―comentó Angie.
―¡Bueno! Es que con quien más estuve en contacto ha sido con Rocío, la loquita esa, que me imagino sigue igual que siempre ―respondió la doctora, con una sonrisa.
―¡Sí! Definitivamente cada vez está peor ―sonrío ella, presentándole a Joshua― Te presento a mi novio.
Joshua, la saludó y luego se sentó al lado de Angie. Ellos conversaron e hicieron mucha empatía con la doctora. Esta le hizo una ecografía, determinando que efectivamente tenía seis semanas de embarazo, entrando a la séptima.