Dilemas de un rey enamorado

sábanas de seda, un espejo de medio cuerpo, un armario de dos puertas y un baño privado. Si bien

ajo de la cama y un sirviente la atenderá. La reina Brid

trevida como para actuar como si estuviese delante de un hombre or

estará armando un gran revuelo ahora mismo por tu presencia. Así

stad – respon

palacio, apesadumbrado por lo surgido. Los sirvientes, al verlo, hacían su acostumbrada reverencia, pe

ien hicimos varios tratamientos, nada funcionó. Bueno, dudo mucho que esa niña sea nombrada princesa heredera ya que la reina la tuv

pasillo, se encontró con un par de sirvientes ve

a chica es la h

ó, pero… ¡Siento lásti

s por cuatro años. Y pensar que l

¿qué pasará con

a la reina, deberá acepta

¡No puede ser

, vio que unos jardineros estaban podando unos arbustos de ornamento y, también,

pejar la mente. Y, a lo lejos, vio a unos nobles de

a de verdad tenía u

asan solo por compromiso, no por amor. Y es así como bu

a será entonces la sigui

s jamás fueron consideradas dentr

ambiado. Eso era cuando la

bacle total haciendo emerger un continente nuevo en el medio del océano Pacífico. Por siglos, los cuatro reinos se regían bajo sus normas, pero, al enterarse qu

ue revisaría muchas leyes para modificar ciertas cosas que le parecían muy in

i, con angustia. “En ese caso, ¿qué será de mí? ¿Debo rendirme y aprender a amar a esa chica como si fuese

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a los visitantes. Encontró a la joven leyendo un libro, po

a – la saludó Brida – E

aludó Mara, dejando

decirse. Y es que eran completas desconocidas, que no co

e relajar el am

Exigen un examen de ADN para co

soy y no temo a nada. Solo quiero conocer mis orígenes, saber el porqué

eron por completo y no tuvo ni tiempo de resolver esa parte de su pasado. Se culpó a sí misma de lo sucedido y p

o busco protección porque mi cuidadora falleció. Y pensé q

que hablar con m

u esposo deberá ac

el reino del Oeste consideramos a los esposos como un igual, respetamo

pero no dijo nada. Brida, mostrán

de que no te falte nada. Mi esposo es comprensivo, si le explico lo que s

madre. Tend

lamar a los cuatro vientos que tenía una hija y que era el fruto de su primer amor. Recordó a Zaid y aquellos días de pasión juvenil que dis

pareció, extendió su mano y l

ió a casarse con él, dejar que él la dominara en sus noches de pasión y acceder a

e? – le preguntó Mara, tras

respondió Brida – a él le

saber que su madre estaba viva. Pero le preocupaba el rey Zuberi, ya que él la trató

su temor porque, de

aría. Por eso, voy a hablar con él para que acc

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otidiano. Aún así, muchos nobles y sirvientes no paraban de mirarla cada vez que recorría los

té con la reina. En esos momentos, solo fue a leer. Y el rey Zuberi la contempló a lo lejos, pen

eri. “Mi esposa me dijo que sea amable con el

tomarían como un tonto sin orgullo. Pero si actuaba de forma hostil hacia ella, lo considerarían un hombre cínico, que no empatiza ni apoya a su esposa. Trató de man

o rectangular que usaba para llamar o enviar mensajes de texto. En ocasiones, podía proy

yectó la imagen de su herma

ntó Zuberi - ¿A qué

de tu esposa – le respondió Mila

iento confundido, pero no tengo

n mi apoyo. Y cambiando de tema, quer

irat

y, ahora, roban a los comerciantes que transporta

permite actuar por mi cuenta en esta clase

la ayuda de la Tropa Real, ya que capturaron a una familia de nobles que interc

se caso, cuenta

los piratas que arruinaban el negocio de los diamantes. El monarca recordó que, hacia cinco años atrás, cuando descubrieron la mina de diamantes entre las cordilleras que lindaba hacia el oest

s piratas siguen atacando a los comerciantes y capturando a los nobles que interceden con los burgueses, nos llevarán a la ruina porque

ra más urgente. Contactó con varios burgueses encargados del comercio para que le pusieran al t

l y mano derecha – las cordilleras situadas a orillas del mar tienen muchos lugares donde pueden esconderse fácilmente.

continentes del “Viejo Mundo

aquí, considerando que no resurgió ninguna otra sociedad avanzad

ien entrada a la noche. Al final, el rey se sintió ag

e decidió no visitarla. Aún así, le preguntó a un par de sirvientes

ita Mara e

leer y, luego, regr

co que hace desd

uberi – si surge algo,

y se echó a la cama. Su cuerpo se relajó y, poco a poco, su mente lo lle

incesa heredera cambió su expresión y se sintió más interesada en su prometido. Y fue en esos momentos en que Zuberi l