Recházame

EN

ES DE

e mis alumnos saliera lastimado. Si bien han tenido un gran control de su ma

ar el caos, sobre todo porque ellos aún no lo manejan bien y e

perjudicado, ya que mi campo de fuerza los protegía. T

e 5, los separé en dos gr

, me he dado cuenta de que es su fuert

solo cre

rle forma de animales a sus poderes. Como ahora,

oder rodearse de fuego, simple

a una distancia prudente–. Ahora qui

n más fuerza aumentando el diámetro d

mayores complicaciones y admiré con fascinación com

ión–. Ahora vayan haciéndolo cada

ertos. Lo ideal es que cuando tengan suficiente seguridad todos puedan manejar su magia con los ojos abierto

hizo voltear y pude ver perfectame

hacemos aquí y que no debe ingresar en el campo de fuerza. Aunque

puedo co

amas se extinguían hasta quedar en cero. Sus ojos dejaron de destellar por su p

me acerqué–.

uno a uno se fue acercando para sa

pregunto quedando de pie frente a mi con las ma

a quedar a su altura–. Tus zor

ño rostro y llevo una mano hacia

tus cosas, es

s niños. Inmediatamente corrieron al interior de la escuela para

modando el gorro sobr

ondí mirand

ó mi columna, sus pequeños pozos azules brillaron con intensida

nzó a balbucear

hacia ella agarrándola bajo sus a

alidez y Antón ronroneando en mi interio

ababa –bal

i cintura y sus manos como siempre iban hacia mi cu

en mis brazos, nueve meses habían pasado increíblem

enes algo en m

mes que no salía. Quizás por el hecho de que ahora estaba dando clases y no

luego volvía a la mansión para pasar tiempo con Aurora. Esta pequeña niña que llenaba de esa c

irándola–. Noch

tro y frunci

ue ya no sales

una seña para

anas, prefiero qu

tón cuando Aurora llevo

por unos momentos. Aurora seguía recorriendo con sus pequeños dedos

omitas y vemos alguna pelícu

hija dando pequeños g

se respondió su mad

a palabra

la intente repetir debemos hacerlo así –respondió vién

a con lo d

gente que la salud

nte solo me ilusiona porque no da ni u

afirmándola bien por el torso

ue mi cabeza y bajándola en el aire–. ¿Quién es una chica mala? –vo

rcajada cuando la baje nue

leche antes de venir –Isa m

pecho y sus manos fueron directamente a mi pelo

ello y acerco su boca a mi

o–hice una mueca de

da y se detuvo cuando

olpeo mi hombro repetidas veces–

me sus intentos de besos mientras balbucea

os? –pregunté llevándome un p

uitándome el recipiente de las manos

ido y mastique con ahínco

–recorrí el salón con los

rente a mí y flexiono sus piern

biando el pañal y

itarlo, afiné mis sentidos y pude escuchar como Chris de hablaba con

paternal? –pregunté sin dejar

creo que estaba listo para ser un buen p

uerdo lo sobrep

e llevando las manos a su cara–. Al

cuerpo se tensa cuando

la quiere y prot

–tomo el control y comenzó a bu

. Chris traía a Aurora en brazos, enfundada en un pijama enterito color rosa, como casi toda s

que dejara de ver a su hija y diera con

ste aquí? –pregunt

molestaba, no

del ultimo mes, no me malinterpretes...–dejo a Aurora sentada en el suelo cuando comenzó a removerse inquieta–. Pero salías

gnación de Isa me hizo reír l

dose hacia ella con un

? –lo miró ofendida–. E

ecerrando los ojos y

es de reír con fuerza cuando Isa volvió a chilla

ntón con una mano y atrayéndola a s

a mirándome cuando la miré. Rodeada de sus juguetes a los pies de sus p

la mejor mientras jugaba, pero me dejé caer completamente en el suel

a sus padres que seg

a, la pelirroja mayor golpeo el brazo de su pareja dándole indicaciones

librio con sus piernas gorditas, abrí los bajos haciéndole se

izás le de miedo –susurro Isa e hice lo

–le di ánimos al ver en sus oj

stirando la mano libre en mi direcci

a animarla y noté como

res que la veían fascinados y co

cerré mis puños en su

í fue poco a poco hasta que

IEN! –l

ESA! –gritó Chris

al frente y la elevé en el aire hacié

albuceo toca

l mismo tiempo. Antón ronroneo con fuerza e

egué más a mi cuer

ar antes de chillar y golpe

iera, desde golpear, tirar mi pelo y dejar

en el suelo con Aurora en mis brazos que comenzaba a acurrucarse en la curvatura de

en su cabello inhal

daría mi vi