Valeria y Dex

ítu

DeCo

larta Jali

l centro comercial en busca de algo que comprarles a los padres de mi amigo Luis, como agradecimiento por el hospedaje que me dieron en su casa, enc

ero tenía el tiempo encima y no podía llegar tarde a mi primer día de trabajo, eso era imperdonable, y la puntualidad era algo importa

tó Luis – Mis papás se van a ofen

ía hacer, no me iba air solamente dándoles la mano por haberme tenido en su casa durante toda una semana, en lo que

es solo una muestra de gratitud y aprecio, para con tus padres – expliqué – Además, no es

e mi amigo Luis, la señora Adela – No los estoy corriendo, pero, co

s de mi amigo, un cariño inmenso de mi parte hacia con ellos, gente que me abrió las puertas de su casa, sin recib

hice entrega de los presentes – En agradecimiento, por su hospitalidad estos día

primer sueldo, los iba a invitar a comer al mejor restaurante, aunque la comida de la señora Adela, era

so, pero sí por algo no te acomodas en el departamento que te den los del canal, ésta es

nsado buscar algo cerca del trabajo, era lo más conveniente, eso lo había aprendido muy bien de mis padres,

ante por mí mismo y es lo que haré, pero, eso sí vendré

eridad el que me hubieran tenido en su hogar, porque no todo el mundo dejaba entrar a

arde – Dijo Luis – N

ella, hizo lo mismo con su hijo y nos acompañó hasta la puerta de la casa,

ego, seño

que se reúnen en familia para pasar un rato ameno, esperando que me invitaran a estar con ellos los fines

aya muy bi

to, no sabía cuánto me iban a pagar pero, no iba a ser para mí un impedimento, por lo menos ya tenía eso en mente, poder transpo

e iba a morir de risa cuando le contará que había conocido a una mujer preciosa, lo malo era que no sabía si la volvería

i nombre – Es el colmo, que no me ha

se me había quedado grabado en la cabeza, esa mujer era preciosa, y el día que la tuviera al frente mío, y sup

– Me sorprende, que d

haces, dime ¿Qué

cuando yo pensaba, que no se estaba dando cuenta de las cosas, bien que lo hacía, como ahora que se había dad

que tengo la mente en otro lado. En el centro comercial