¡No soy Sofía!~

r la puerta, no teníamos timbre, pero el ruido que hacia Amapola al ladrar avisaba

y tampoco veía a Amapola ¿Lo habré imaginado? Estoy completamente se

c

a sin ver a nadie, ninguna sombra que me d

¿H

puedo ver la sombra tras la puerta. Una persona alta, debe ser un hombre, pero mi pa

cho la voz de mis padres tras la puerta y cuando esta se abre de repente puedo ver los rostros de preocupación de

amos juntas, he llegado como a las 3 am y no he querido des

a de casa ayer y me encuentro con que no estaba en su cuarto y llevamo

ificar que mis padres me seguían decidí contarles lo de anoche— Realmente no recuerdo donde estuvimos o si ella llego a casa

ono y estábamos a punto de ir a tu casa, dinos que ella está bien —mi madre me confundía demasiado, sus ojos

cabello, que por alguna razón sentí más corto— Estábamos en su casa viendo la tele y después nos quedamos d

espejo y deja de decir tonterías, dinos donde est

o helo mi cuerpo, no eran mis ojos, mis labios no eran tan gruesos y mi cabello usualmente lo llevaba más largo. Este era el rostro de Sofía. El sonido de la voz de mi padre me regre

álgica y me pregunte si en ese instante era ella. La puerta se abrió de manera bru

erra pensar en que pudo haber sucedido. Escuchaba a la lejanía las voces de mis padres, pero escucharlos con claridad se me estaba dificultando; ignor

ontraba mi hermosa casita hecha de madera, no estaba aquel buzón que Sofía y yo habíamos dejado hace unos años para nuestros planes secretos y no estaba la ca

la casa de So

nquie

importancia toqué dos veces la puerta deseando que la voz de mi mejor amiga se escuchase, pero recibí como respuesta silencio absoluto, se escuchaba el sonido de las hojas caer y pequeñas gotas empezaron a empapar mi cuerpo. Toque nuevamente y lentamente la puerta se

tía observar el cuarto detalladamente, la ropa estaba regad

rda pesadilla y quedara en el olvido; la sensación de ser observada llego a mis sentidos y como si volviera a despertar escuche un pequeño golpe en la puerta principal, que recordaba haber dejado abierta ¡Mierda

tuación con Sofía, necesitaba que apareciera de

que lleva al diablo sin esperar a quien me encontrase salí directo a la calle, la lluvia empapo todo mi cuerpo y la des

s de Amapola y sentí alivio por primera vez en el día, cuando la puerta se abrió mi padre se encontraba c

carte, pero después

lando mis pensamientos me dirigí a mi habitación, sentía

pola yacía esperándome y corrí a abrazarla

do, al no saber que estaba sucediendo, me limpie el rostro y me dispu

sta para decir

s y nos quedamos dormidas después de ver películas, no recuerdo que h

u postura seria— Se supone que cada una regres

aba hacerlo enojar y seguía cada una de sus órdenes, debía convencerlos de que me de

descansare hasta encontrarla —afirme con seguridad— Permíta

ías y si no regresa, te mandamos a la cárcel y no

bía m

e retiró de la habitación, dejándomr co

*

asa, odiaba que me despertara de ese modo y a l

para volver a acostarme y dormir un ratico más, me había quedado dormida a penas to

rto para su gusto, pero en ella encajaba bien, Sofía era la hermana que nunca tuvo, se habían conocido desde niñas y siempre estuvieron juntas desde aquella vez que compartieron té en el parque central. Nunca había

ndose algo que sabía que a Sofía le gustaría se cambió, no fue di

n en la sala, cuando estuvo a unos pasos aguanto la respiración

to

n el ¿Qué hacía aquí? Se su

ó para que notara su presen

enos

deseas —Aidren el padre Violet hablo sin mirarla

edo— Les prometí que buscaría a Violet,

u madre— Iremos a buscar a nuestra

añada miro

s aquí? —menci

r aquí, Violet es mi no

Q

blando? Nosotros t

os con sorpresa— Ella me termino,

s ayudar puedes venir también, a me

e un poco de ropa en l

res o nos ir

o sus pasos, no entendía lo que estaba sucediendo, Antonio era un mentiroso,

él se ensaño a decir que las cosas no funcionaban como antes, que h

o

n men

s escaleras, agradecía que Sofía fuera buena en los deportes, no se sentía cansada en lo más mínimo. Al llegar

án los padre

ntana no pudo ver

mos por otro lado,

o a ningún sitio —siguió de

ono tomándola del brazo brusca

ada de lo est

respuesta de Antoni

recibes? —Antonio cambio el tono

de qué

que Violet es tu amiga, pero tú y yo estamos hechos

ije

lo rec

as cosas después de lo que paso con Violet, es

tro apartamento, quedarnos allá y podemos hacer cositas

¡N

las nuevas llaves, nos vemos en unas horas, no te quedes mucho tiempo aquí —

algo malo, ella es mi mejor am

pondió con burla— Deja de fingir Sofía,

e debo descansar, n

a nuestro

en la habitación de Violet, ¿

a la darle un beso— Haría cualquie

on el chico que amaba ¿De qué se había perdido? Cuando termino de besarla,

u “mejor amiga” que tonta había sido todo este tiempo, estaba feliz porque su novio se ll

les ofreció todo lo que nunca había imaginado, fue sin

as sentada mirando su reflejo,

an regresado, necesitaba recoger sus cosas e irse antes de q

o le importaba compartir sus cosas, le hacía feliz que su amiga estuviera bien, después de todo sus padres

ma de la cama se encontraba Amapola, la hermosa cachorrita que le habían dado sus pa

o Violet Ann Montgomery y no iba a descansar hasta lograrlo, debía averiguar qué

ardieran, iba a extrañar eso. Su padre estaba en el comedor leyendo el periódico, como todas las noches

puerta principal y obt

rio lo aprecio demasiado —hablo sin mirarlos— Bus

u casa, de su hogar, donde había creci

dolida y traicionada, pero no sería como otras veces, demostraría que nadie pod

n el cuerpo de Sofía, parecía un absurdo sueño y rezaba por

osas de aseo, sabia como eran las cosas en casa de Sofía y agra

mpezó a correr a casa de Sofía, necesitaba buscar