Sumisa al mafioso
be
ales, así que tenemos que buscar otra forma de salir del país, incluso con la ayuda de destinatarios ilegales que transportaban p
de cruzarnos hablando por teléfono. Yo tenía que mantener la vigilancia, mi hermana no tie
ando en breve y yo las llevaré para que además del pad
estaba cazando, y estoy seguro de que ese maldito in
ieran la orden de entrar en ese coche, pero yo le di la mano y le
o, pero luego oímos a
i eso sucede y no llevamos
ía frente a nosotros era un enorme precipicio, miré hacia atrás y se estaban acercando.
dejar que esos hombres nos atraparan y en ese momento, so
ener que sa
re tuvo mucho miedo de nadar y nunca se atrevería a
mismo, o amb
tuve que empujarl
.
conciencia y Roberta entonces necesitó bucear, buscándola en el fondo del mar. Estuvo algunos s
irar del cuerpo de su hermana inconsciente, así que salieron del agua, ella
be
re toda mi vida. Hice más fuerza en el masaje cardíaco e intensifiqué la respiración bo
sotros es la que menos culpa tiene de
.
tentaba reanimarla con mucha dificultad, hasta que
o descansar, Roberta la ayudó a levantarse y sigo corriendo con su hermana en medio de aquel lug
ás Roberta, es
ar, ya estamos cerc
raban. Thais no aguantaba más, tuvo que apoyarse en un árbol para descansar sus piernas o s
e acordó de lo que le habían hecho a su padre
ro en volver este es nuestro punto de encuentro, ¿entiendes? - Roberta le pidió y Thais asi
lante si querían encontrar civilización y alimento. Ella regresó al lugar donde hab
s alrededor hasta que no pudo soportar más de tanto dolor y espera
eraba al cruzarla. Miró atrás y si quería recuperar a su herma
tección. Aquellas ciudades eran enormes, pero ella estaba en el lugar correcto de acuerdo con las anotacio
ó a oír los gritos de una mujer y se acordó de aquella noche en
a a una mujer, la misma estaba vestida con
be
eza. Ninguna ropa o comportamiento puede dar el visto bueno a un hombre para abusar de una
stancia segura y mi vida desde entonces se estaba convirtiendo en una eterna esca
tengo que reconocer que
usco una dirección, ¿quién
etón de manos, presentánd
mbre es
r bien ese lugar, no puedo pospon
lle San Martín, ¿sabe dón
ía a quien yo estaba buscando. Luego ella sonrió y me miró de pies a cabeza, quizás pi
quieres conoce
dejaran entrar, ella necesitó conversar con un homb
resión no eran buenas noticias. Esos últimos días ya era
está, vamos a mi casa y m
estaba todo sucio y revuelto. No puedo quejarme de nada, al menos tengo una cama y un techo, pero el dolor de haber
e hombre y obligarlo a ay
no estaba nada bien, pero yo estaba
é sin la intención de causar incomodidad, solamen
antó enojad
e te eche, entonces
e Thais podría estar pasando. Me he estado volteando de un lado a otro hasta el amanecer, siento que voy a
e había hecho y me llevó de vuelta a ese lugar
tiempo, hasta que finalmente apareció y e