Esposa sustituta del ciego rey
ntrar, y sobre to
cho. Cuando tuvo visibilidad del otro lado, vió las patas de un caballo. Al seguir levantand
hermo
amente blanca. Había puesto una sonrisa de ado
-comentó con una
-com
bien..? la está
oy b
o entendió, hasta que él volvió a hablar: -Está con ropa inter
guida
, quien al verla, se aproxim
s, tení
én eres..?
¿Acaso no me recuerdas..? -
quiera sé dónde esto
te el rey te debe
io de la noche. La subieron al caballo y el
a caer.!
-la regañó de nuevo e
su calor debajo de sus manos, la llenó de una satisfacción extraña. El príncipe
aballo se detuvo, y todas las person
eños metros de distancia, se alz
n cast
ió los ojos c
ega