Princesa por Accidente
nto así que preparó las pocas cosas que tenía antes de casarse con el príncipe y las mandó a trasladar a la casa "La perla Azu
taba que pudo haber sucedido pues él nunca avisaba de
al palacio y escapaba por las noches. Se había obsesionado en ir a la playa y se quedaba horas sentada en la orilla solo sintiendo como la marea subía y mojaba sus pies. -Yo solo quiero una explicación ¿Sabes? -Dijo mirando al cielo en
vería más en ella y ella se aferraba a esa idea para escapar. Volvió a la casa y se escabulló
*
erregno y él no estaba ahí para tomar la corona, el primer ministro se tornaría contra Elisa y contra él. Pero cuando su recuperación fue casi completa, lo
A la mañana siguiente, cuando se levantó y vio el cielo gris y frío de Darmid, estando en su país, sintió una inmensa e incontrolable felicidad. Estaba en casa y aho
r el tiempo. Estaba en casa, estaba en su lugar. -Te pediré un carro y te llevaré hasta la casa "La Perla Azul". -Dij
que tiene motivos para querer m
prueba en su contra, aún. Necesitas descansar y tomar la coron
emanera. Un cabello casi dorado y una risita que le sonaron
playa en una forma que no era nada digna de una princesa. Jugaba con los niños del puerto y disfrutaba de la vida.
presencia. -Pide el taxi, iré a casa. –Kyle hizo lo que su amigo pidió y tras pagar un vehículo de alquiler subieron, aunque dieron órdenes de no moverse hasta que Elisa regresara. A
to. ¿Han conseguid
su equipaje para hacerlo entrar en la casa. Ahí vio a su mujer, daba algunas órdenes mientras pedía que llevaran
rtenencias que él tenía en esta casa cuando solía qu
le gustaba que así fuera. Su vida era cómoda, segura y tan predecible como una máquina perfectamente calibrada. Había tenido un año esperando, y al final aceptó su destino. -Señor. -Elisa se volteó al ver a su mayordomo hacer una reverencia. No se había dado cuenta que John la veía en sus labores. Había pasado tanto
abía cambiado
al menos así lo leía en los libros de geografía. En aquel momento lo supo, porque el hombre que tenía ante ella reconoció muchos aspectos de aquel contine
lugar desconocido sin voltear a verla cuando le imploró que se quedara. Había vuelto a su hogar convertido en un hombre completamente diferente, t
rarle y le vio tensar la boca, aquel minúsculo movimiento confirmó la terrible sospecha que comenzaba a cobrar cuerpo en su mente con más efectividad que cualquier palabra. -¿Qué hac
isa
... Bonita. Se veía preciosa con su cabello largo y en semirecogido con algunas peinetas, su vestid
le pertenecía a su señor. Lo vio caminar para acercarse a ella y sintió un vuelco en el corazón por el miedo de que podía pasar ahora con ella. Había creado muros de hielo alrededor de s
asa, están... -No quería decirle que buscaba su independencia. Quería
tuvo que preguntar. -¿Qué cambios hizo la señora en la ca
buscar unos papeles que pertenecieron a su padre y ya que él usa
ivió aquí. Ahora entiendo por qué escogió "La perla Azul" como resid
servirle? -John quería saber que plane
cesa? No paso por alto el hecho de que no estaba en la casa de
sarlo. No quiere tocar su asignación gubernamental co
peraba que Elisa hicie
algo más
las habitaciones donde esté mi esposa, y por fa
estudio y vio que muchas cosas suyas, Elisa las había mantenido como las dejó. Lo
formó que su habitación estaba lista fue a quitarse la ropa del
–El mayordomo asintió y en cuanto el ama de llaves tuvo lista la bandeja de comida ella accedió a llevarla. Para su mayor sorpresa, él estaba en el cuarto q
a habitación dejándolo solo. Él estaba desconcertado aunque no sorprendido de su actitud, pensó que era más que comprensible su reacción después de su partida. Las cosas entr
tá b
ba su herida comenzó a limpiarla y a suturar de mejor manera m
dormirme. Además o
ión. Ella miraba la herida sintiendo su corazón latir con fuerza. -Dile al médico que ha pas
na bala falló en el objetivo, me impactó... Dios... –Elisa escuchó eso sintiendo el peso en su pecho.
erá limpiar la herida, un sirviente
ctor y fue a ver a John. -¿Una bala? ¿Tu vida está en peligro? -Record
darse en la cama y ella se acercó a ac
tengo invitados. Pediré que te suban una bandeja aquí. ¿Alguna petición para tu cena?
está bien. Elisa
. Si es sobre la casa, yo no pienso quedarme demasiado, estoy buscando mi propio camino y lugar, y si es sobre mí, ahora mismo pediré qu
on Elisa? No la rec
r hablarle en
fue un sirviente quien llevó la co
or y la señora Weston. Son
las náuseas dejó la comida y se recostó nuevamente.
o or
para dañar su vida y sus planes, y con ello al reino. Pero ya que había visto la muerte cara a cara sentía que no podía confiar en cualquiera, Elisa era su amiga, o al menos lo había sido, y solo podía confiar en ella. Cuand
hablar
ab
-Quiero que seamos un matrimonio. –Mejor decirlo rápido antes de que se arrepintie
laro con tus palabras y tus acciones. Mis cosas fueron llevadas al otro
isa
que volvió, señor. Sé que es su casa y respeto que esté aquí,
isa, hasta ese momento. Al haber visto a la muerte de cerca pensó en su mejor amiga, en que la extrañaba y que podía ser el marido que ella quería y se merecía. Pero
a, y para ser sincero, él sabía que no tenía derecho de exigir nada cuando él jamás le conced
ejos que ahora no