Stanton completamente

saran como lo hicieron. Nunca

bebé",

uavemente

o tendríamos lo que tenemos hoy si no lo

suaves besos. "Natasha, soy un hombre muy rico, pero no sabía el verdadero

an de lágrimas a

susurra mientras tiernamente toma mis labios entre

de lágrimas y asiento con la cabez

plin y sonrío ampliamente. Esta es sin duda mi canción

son como

en el m

Lamborghini". Sonrío mientras beso su hombro. Me

nríe mientras

sultando ser la mejor noche de todas. De repente se suelta de m

continuar". Rebusca en su bolsillo y mis ojos se agrandan cuando saca el anillo má

pasand

nocí. Eres la única mujer a la que he hecho el amor, la única m

mientras mi hermoso Lamborghini está sobre una rodilla. Saca mi mano y desliza el anillo en m

nderme?" preg

sto real?" susurro a t

nte. "Sí, presh, es

"Sí Sí." Lo agarro en un abr

a con fuerza, mis lágrimas ruedan libr

a en la parte superior de mi cabez

a mi

un maldito enorme diamante ovalado. Es sin duda el anillo más bonito que he visto nunca. Niego con la cabeza con la mano extendida. Jos

o mientras me muerdo

e acerca a la mesa y bebe su m

mente estresant

meo mientras recojo mi margarita y lo

s mucho para asumir. Incluso para mí." A

jos sostienen los suyos mi

s a casa

mente y asiente.

mi anillo de nuevo. "Este

jor para mi esposa." Comienza a de

con la mano. "Esposa... e

El corcho salta. "Suena viejo". Frunce el ceño

so y lo choco

ejecer".

y una vez más lloro. -

o

nte perdió la cabeza cuando llamó a su madre. Incluso yo pude haber tenido un momento de felicidad en su voz cuando se lo dijo. Acabamos de llegar a la playa para

Abbie pregunta con

su mano con orgullo y las tres chicas rompen en gritos y comienzan a saltar. Luego me

n abrazo al igual que Adrian. Ben me

¿Te fue bien?"

mo un sorbo de mi cerveza. No puedo oc

a llorando de nuevo. "¿Qué pasa con la

do llorando toda la noche". Niego con

ue casarme contigo", dice con total naturalidad. A

las luces de hadas?

eron se subiera al árbol y colgara las luces de hadas en preparación. Nunca he oído tantas quejas en toda