Han pasado seis meses, nadie le había dicho que sería fácil poner tras la rejas a César, no solo se convirtió en el escándalo del año cuando los periodistas captaron imágenes de la patrulla que se llevó detenido al magnate de los automóviles, sino que también se filtraron imágenes de su padre y ella que salieron en todas las noticias. Trató de ocultarse lo mejor posible de los medios, refugiándose en sus amigos que siempre estuvieron pendientes de ellos.
Contrataron un abogado, el mejor de todos gracias al dinero de Matias, hasta Tati ayudó al abogado defensor en todos los trámites y todos estaban orgullosos de él. Después de todo, gracias al futuro abogado habían conseguido acusar al criminal.
El tiempo pasó, y aunque temieron que César se saliera con la suya una vez más, el peso de los medios le jugó en contra, especialmente cuando los familiares de las víctimas de César también se animaron a testificar, y no solo ellos, sino también los testigos falsos que habían sido amenazados para mentir en contra de Thomas.
Fue un caos, pero finalmente, luego de tanta lucha, todo llegó a su fin cuando el juez exclamó frente a todos los presentes:
-Declaro a Cesar Cáceres culpable de homicidio, a pagar una indemnización de 1 millón de dólares a la víctima y el embargo de su empresa C C Motors por daños y perjuicios a todos los involucrados. Además será sentenciado a cadena perpetua.
El tribunal se llenó de gritos y festejos cargados de emoción, los periodistas enloquecieron, sus amigos se abrazaron y lloraron de felicidad, pero Celeste solo pudo mantenerse sentada en su lugar y observar desde lejos a Thomas, quien también la observaba en silencio. Sus miradas gritaban que querían abrazarse, besarse y decirse cuanto se amaban, pero hasta que las autoridades no le concedieran la libertad, no podían.
¿Que eran unos días más de espera luego de el resto de sus vidas juntos? Celeste esperó a que ese día llegara pronto.
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Finalmente llegó, por última vez, el guardia de la cárcel abrió la reja de su celda y lo llevó a la salida, esta vez sin esposas en sus muñecas. Salió por la gran puerta de entrada y respiró el aire fresco de la mañana de verano. En la vereda estaba estacionado un coche y apoyado contra la puerta estaba Danny, cruzado de brazos con su siempre estreñida expresión en su rostro.
-Te ves diferente, Celeste- Bromeó Thomas.
-Créeme, yo tampoco quería venir- respondió el hombre, rodeando el coche y entrando a su asiento.
Thomas se sentó en el asiento del copiloto- ¿Ella está bien?-Preguntó preocupado- ¿No quiere verme?
Danny arrancó el coche y miró por un segundo el rostro preocupado de su cuñado, por un momento dejó las bromas de lado y habló seriamente.-Ya estoy cansado de escucharla hablar de tí, no te preocupes, está igual de ansiosa por verte...
-Ya veo...- dijo aliviado- Gracias, por venirme a buscar, supongo...- dijo incómodo.
-Thomas...- suspiró el hombre-
-¿Si?.
-Mas te vale que no seas un idiota con Celeste, la próxima vez, no voy a ser tan suave con mis golpes.
Thomas rió divertido aunque sabía que lo decía enserio- Si le hago daño, yo mismo me tiro de un puente.
-Bien, así me gusta.
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El camino de regreso fue tranquilo. Si bien en el pasado ambos se habían odiado a muerte, Thomas sintió el inicio de una nueva amistad.
Estacionaron enfrente del bar, aquel donde iniciaron su amor. Cuando el joven atravesó la puerta, se llevó una gran sorpresa. Todas estaban allí para darle su bienvenida de regro.
Krystal, su hermano menor, el padre de Celeste y ahora su suegro, Bruno, su hermano mayor y la persona que más amaba en el mundo. Su ángel.
Todos gritaron "Sorpresa" y aunque hubiese querido agradecer y abrazar a cada uno de ellos, Thomas corrió directamente hacia su amada y la alzó en brazos, haciéndola girar en el aire. Luego la besó apasionadamente, mientras todos chiflaban.- Te extrañé, ángel...- murmuró apoyando su frente contra la de ella cuando la devolvió al suelo.
-Y yo a tí- dijo cerrando sus ojos-
-Bueno bueno, basta de cursilerías- exclamó Danny.
Celeste y Thomas se separaron justo cuando Matias corrió y abrazó con fuerza a su hermano mejor- Me alegró que estés fuera, hermanito- exclamó el hombre.
Thomas lo abrazó de regreso y hundió su rostro en el pecho de su hermano mayor- Me alegro que tu también.-Sintió que alguien más los abrazaba, cuando levantaron la vista, Tati había rodeado con sus brazos a ambos- Oh... no te dije, pero tenemos un nuevo hermano menor- dijo Matías.
Thomas tenía muchas preguntas al respecto, pero con ver el rostro ilusionado del chico fue suficiente- Me parece perfecto, siempre quise ser el mayor de alguien.
Los tres rieron hasta que el ex CEO soltó el abrazo y se acercó tímidamente a su suegro. Con respeto, estrechó manos con él, pero el hombre puso los ojos en blanco y lo atrajo hacia sí en un fuerte abrazo que lo dejó sin aire- Yerno...- dijo alegremente- Espero que seas bueno con mi hija ¿Eh?
-Si... señor- dijo apenas pudiendo respirar.
-Ya déjalo pa, lo vas a matar- se rió Celeste.
El hombre lo soltó y le dio unas fuertes palmadas en su espalda, que se sintió como si le sacaran los pulmones. Luego saludó a Krystal y a Danny. Solo le faltaba una persona. Bruno lo observó desde lejos con timinez- Ey...- murmuró acercándose a Thomas- M-Me alegro de que estés de vuelta- dijo bajando la mirada- Yo... de todas formas, será mejor que me vaya.
Bruno se volteó hacia la salida, pero se frenó en seco cuando escuchó la voz de su ex amigo- Esta es tu familia ahora- exclamó Thomas, llamando la atención de todos- Si tu quieres... claro.
Bruno sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas y abrazó a su amigo-¡Claro que quiero!- sollozó.
Todos corrieron a abrazarlos, formando un gran abrazo familiar. Celeste cerró los ojos y se fundió en el amor de su familia. Pero aún faltaba algo más que debía hacer. Se deslizó fuera del abrazo y corrió hacia su abrigo, de allí sacó una pequeña caja de terniopelo color negro, como los ojos de su amado.
-Ejemmm- dijo llamando la atención de todos.
Los demás sonrieron divertidos y se alejaron de Thomas, quien quedó solo en medio de la sala- Yo... te había prometido algo antes de sacarte de la cárcel- Comenzó a decir la rubia, caminando hacia él con sus manos detrás de su espalda- Que dije que iba a cumplir cuando salieras...
Thomas observó atónito cómo su ángel se arrodillaba en una de sus rodillas y sacaba de detrás de su espalda una pequeña cajita-Thomas de Anchorena...- dijo con la voz nerviosa, luego abrió la tapa, mostrando dos anillos sencillos, pero hermosos- ¿Q-quisieras casarte conmigo?
Todos exclamaron y lloraron, hasta Danny lo estaba haciendo, aunque fingía que no.
Thomas observó los anillos, luego a su amada, y luego los anillos una vez más- S-Se supone que yo debería hacerlo...- dijo con el rostro rojo.
-Bueno, tarde- rió Celeste- Entonces ¿Es un sí?- preguntó ilusionada.
Thomas se arrodilló frente a Celeste - Claro que es un sí, quiero casarme contigo- respondió extendiendo su mano.
Con el corazón dando saltos de alegría, Celeste tomó el anillo más grande y lo deslizó por el dedo de su amado-Los compré con mis ahorros, no son la gran cosa...
-Es perfecto- dijo el joven, contemplando el brillo del anillo. Luego, con mucho cuidado, tomó el anillo más pequeño y lo deslizó por el anular de su amada.
-¡Beso beso beso!- chillaron todos con emoción.
-El público lo pide- exclamó Thomas, fundiendo con su amada en un beso apasionado- Te amo Celeste, nunca más me voy a alejar de tí.
-Más te vale, te amo mucho más- respondió besándolo una vez más.
-
Comieron y bebieron como nunca antes, hasta Krystal se relajó y no le impidió a Tati tomar varias copas de más hasta que se puso rojo como un tomate. Era una noche de fiesta, había mucho que festejar.
-Entonces...- comenzó a decir Matias- Voy a recorrer el mundo entero, conocer otras culturas, ya saben... sin ningun plan, solo viajar y a donde me lleve el destino- dijo sonriente.
-¿No querrías un compañero de aventuras?- exclamó el padre de Celeste, dejando a todos sorprendidos.
-Papá....
-¿Qué? ya estoy cansado de estar encerrado- bufó.
-Me encantaría- interrumpió Matías. No lo dijo en voz alta, pero la idea de viajar con el hombre, lo emocionaba. Desde que se había unido a la gran familia de Celeste, el hombre se había vuelto como una figura paterna para él, lo había tratado como siempre había deseado que su padre lo hiciera.
Celeste quiso protestar, odiaba la idea de que su padre estuviera lejos de ella una vez más. Pero el agarre de Thomas en su mano se sintió reconfortante y la hizo recapacitar. Si padre tenía su propia vida- Espero que me envíes fotos todos los días de los hermosos paisajes ¿Está bien?
-Claro, hija- dijo el hombre- Voy a traerte souvenirs también.
.-Yo también tenía algo que decirles- exclamó Danny, sorprendiendo a todos, hasta a Krystal.
-¿Ya te cansaste de mí?- dijo de forma amenazadora- ¿Te vas a escapar con ellos?
Todos rieron divertidos, y Celeste pensó que jamás se cansaría de las discusiones de sus amigos.
-No mi amor, jamás me cansaría de tu mal humor- dijo tratándo se besarla sin éxito- Voy a vender el bar.
-¡¿Qué?!- exclamaron todos al unísono.
-Si, sé que parece una locura, pero lo pensé mucho. Después de todo lo que pasó, he sentido que envejecí muchos años.
-Las arrugas ya las tenías de antes- exclamó Thomas en broma.
-Muy gracioso, yo soy más joven que tú.
-No se nota- murmuró.
-Bueno basta- interrumpió Krystal- ¿Por qué vas a vender el bar?
-Quiero que tengamos un lugar más familiar, claro que a las chicas las voy a contratar también allí, no voy a dejar a nadie en la calle. Pero quería un lugar donde nuestros hijos pudieran corretear sin problemas...- dijo ilusionado.
-¿Hijos?- exclamó Celeste divertida- Si claro, Krystal con hijos- se burló.
-No, enserio- respondió la mujer, acariciando su vientre plano.
-¿No estarás...?
-Si- dijo con el rostro enrojecido.-De gemelos.
Celeste los observó a ambos, y vio el rostro sonriente y lleno de los de Danny. -Sé que es inesperasdo pero...
-¡Es la mejor noticia del mundo!- gritó corriendo a abrazar a sus dos amigos- ¡Van a ser los mejores padres del mundo!- chilló emocionada.
Todos felicitaron a la pareja, colmándolos de elogios y hasta se pusieron a pelear por los posibles nombres.
-¿Y tu Tati? ¿Qué tienes planeado para el futuro?- preguntó Matías, revolviéndole su cabello.
-Terminar mis estudios- dijo orgulloso- Tan solo me faltan unas materias y la tesis. Luego, quiero ayudar a las personas más necesitadas.