searchIcon closeIcon
Cancelar
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Sexland

El arrepentimiento de mi exesposo

El arrepentimiento de mi exesposo

Billabong
Tras dos años de matrimonio, Sadie por fin estaba embarazada, llena de esperanza y alegría. Pero su corazón rompió cuando Noah le pidió el divorcio. Durante un atentado fallido contra su vida, Sadie se encontró tendida en un charco de sangre, llamando desesperadamente a Noah para pedirle que la salvara a ella y al bebé. Pero sus llamadas quedaron sin respuesta. Destrozada por su traición, abandonó el país. Pasó el tiempo y Sadie estaba a punto de casarse por segunda vez. Noah apareció enloquecido y cayó de rodillas. "¿Cómo te atreves a casarte con otro después de haber dado a luz a mi hijo?".
Moderno DivorcioTriángulo amorosoCEO
Descarga el Libro en la App

— Trata de que entre todo nena — decía mi novio Calum haciendo presión en mi culo, instandome a aguantar hasta el final, mientras yo sentía que mis rodillas no aguantaban más la fuerza que hacía para apoyarme en ellas.

— No puedo cariño. Me duele, no voy a aguantar — el estaba sobre mí, y sentía que podía romperse. Era demasiado grande y no conseguíamos que entrara todo.

— Solo un poquito más mi vida, falta poco — Calum seguía motivandome pero me dolía demasiado.

— ¡Ahhhh! — terminamos gritando los dos, cuando logró entrar y nos caímos de encima de la maleta, revolcandonos en el suelo.

Nos reímos a carcajadas sobre la moqueta y yo me aguantaba la panza de la risa y me convulsionaba a punto de soltar lágrimas y todo.

Llevábamos casi veinte minutos empujando cosas a mi maleta de viaje y no lograbamos que cerrara.

Nos subimos sobre ella, yo de rodillas y Calum sobre mí, para hacer presión juntos y de no ser por lo mucho que él me motivaba a seguir, no lo habría conseguido y luego me daría el bajón.

El moreno, ojos dorados y sin barba que tenía por prometido, me conocía tan bien, que sabía que si me iba corta de equipaje, me sentaría fatal cuando quisiera usar algo y no lo tuviera a bordo.

Serían siete días de viaje y para eso, una chica necesita ropa... O eso creía yo.

Tenía veinticuatro años, el pelo castaño y los ojos verdes muy llamativos y estaba a diez días de casarme con un loco, del que estaba enamorada y que sabía que era más que correspondida.

Éramos una linda pareja de tres años de noviazgo y muy modernos e independientes. No éramos para nada posesivos el uno con el otro y nos respetabamos bastante.

Hablábamos abiertamente de todo y justo por eso, mi novio había propuesto para ambos, unas despedidas de solteros bastante peculiares.

Coincidimos en que estaría bien, tener una última semana de solteros. Ambos. Por lo que el se iría con sus amigos, tres de ellos a un mansión un tanto peculiar que poseía mi cuñado, de treinta y dos años, en medio de un bosque alejado de la civilización más escrupulosa.

Yo por mi parte, me iría a una isla con temática sexual, en la que mucho más de lo que yo pensaba o esperaba, estaba permitido.

Conmigo irían mis damas de honor... dos de mis mejores amigas y mi hermanita de veinte años.

La villa de la isla a la que íbamos se llamaba “Sexland”. Allí sabría más detalles de las temáticas pero desde aquí, podía imaginar, las libertades que allí tendría.

— ¿Vas a extrañarme? — pregunté abrazándolo en el puerto, justo a segundos de subir al catamarán que nos llevaría a la isla.

— Tanto como tú a mí mi vida, pero vamos a disfrutar nena y a dejarnos llevar, ¿Sí? — me acariciaba las nalgas mientras mis amigas, mi hermana y su hermano esperaban que nos despidieramos.

— ¡Bésame! — le pedí, y tomando mi pelo entre sus manos guío nuestro tórrido beso, que dejamos alargarse hasta que Darius protestó y cuando iban a empezar a discutir él y mi hermana, nos reímos dentro del beso y nos separamos.

— Cuidadito con las fotos Darius que nos conocemos — le dije a mi cuñado y el me tiró un beso, haciendo que mi pedido perdiera importancia. Le devolví el gesto y mientras le dijo algo al oído a mi hermana, mis amigas me arrastraron hasta el embarcadero y yo arrastré la enorme maleta, que tanto jaleo me había provocado antes.

— ¿Lista puta? — decía Lindsey pellizcando un cachete de mi nalga que asomaba por el borde de mi short.

— Mucho zorra...

El viaje duraba una hora más o menos, pues habíamos viajado en avión hasta Tailandia y una vez ahí, Calum se iría en nuestro avión hacia Filipinas, el negocio de mi cuñado era en la isla Palawan, y nosotros tomaríamos el catamarán hasta Phuket, la isla donde estaba el Sexland. Mi novio había insistido en que nos dejarían en el país antes de irse a su despedida.

Mi hermana tenía una corta edad para tan grande apetito sexual, así que venir aquí, le parecía fantástico, y mi amiga Lindsey también, sin embargo a Rommy, casi la tenemos que traer a rastras, pero aceptó solo con la condición de no acostarse con nadie si no le apetecía por algo muy especial, ella era una romántica.

En esta isla, pagabamos un servicio íntegro, en cuanto a conductas sexuales, pero tampoco veníamos a follar si no nos apetecía, no nos violarían aquí. Solo era un sitio para gente moderna, sexualmente activa, saludable y muy relajada.

Leer ahora
Sexland

Sexland

Rossetica
Un arreglo entre los novios que estaban a punto de casarse, provocó que todo se convirtiera en lava hirviendo entre las piernas de la novia, justo una semana antes de la boda. La despedida de soltera. Una isla de sexo, con todo tipo de temáticas sexuales que no podían significar otra cosa, que
Otros 18+
Descarga el Libro en la App
Leer Sexland historia en líneaSexland novela completa gratis para leerDescargar Sexland PDFSexland descarga de la novela completa
¡Léalo en Manobook ahora!
Abrir
close button

Sexland

Descubre libros relacionados con Sexland en ManoBook. Lee más libros gratuitos sobre Leer Sexland historia en línea,Sexland novela completa gratis para leer,Descargar Sexland PDF.