He oído que las cosas buenas le llegan al qué se esfuerza en conseguirlas. Sin embargo, al parecer eso no aplicó para mí. Me he esforzado tanto, que estoy cansada de seguir luchando.
Quise rogarle a las deidades por clemencia una vez más, con la esperanza de que intervinieran en mi desgracia, pero parecían ignorarme. Quiero seguir creyendo en que todo va a mejorar, 'al menos estoy viva' me decía. Si no he muerto es porque, algún día recibiré el milagro que tanto espero, algún día saldré de mi desgracia.
Todos los días, Alaya rogaba por una mejor vida, no es que fuese malagradecida, ni tampoco que no estuviera conforme con su destino. Es de las que piensan, que aunque las situaciones que se presentan en la vida, es para que uno aprenda de ellas y aproveche el conocimiento que dejan las situaciones. Sin embargo, las desgracias que vive cada día, la agobian, ruega que al menos en la está angustia, pueda al menos tener paz.
'No he hecho nada malo' pensaba ella ' la verdad saldrá a la luz y me sacaran de este lugar'.
... Presente...
"¡levántate inútil!". Oyó decir Sofía a uno de los lacayos de su padre, mientras le lanzaba un tarro de agua fría.
"ark". Se quejó, sin entender a que se debía su presencia en ese lugar.
Los guardias ignoraron su quejido, y la tomaron por los brazos y la levantaron sin ningún tipo de esfuerzo. Quiso resistirse a que se la llevarán sin más, pero la pobre era tan flaca qué por más que quiso, no pudo hacer nada para zafarse de los corpulentos guardias.
La pobre estaba asustada, no sabía a donde la llevaban, menos tan de repente.