Elena.
Abrí los ojos, sonreí, hoy era el día en que se oficiarían los compromisos, para que en un mes me casara con ese playboy de Michael Powell, para ser sincera estaba deseándolo, y a la vez no, tenía muchas dudas , no de mar a mi futuro marido, sino de que aunque me amara le pudiera más su vida anterior, y se aburriera de pertenecer sólo a una mujer, por otro lado estaba como loca por comenzar a vivir nuestras vidas, sin preocuparnos que podría suceder a tanta gente que se puede ver afectada con estas bodas, además, si como decía Emy, tener sexo con el hombre que amas es tan maravilloso, Eso es lo que más deseo, ya no me basta esos besos enloquecedores o esas caricias furtivas que deben detenerse o perdemos ambos el control, estoy harta, sólo por eso estoy seguro, que casarme con él valdrá la pena, además de por qué lo amo con locura.
Las semanas pasadas desde la boda de Emy y hasta este día, se había desarrollado, muy rápido, los herederos Powell, habían estado ocupados trabajando debido a que tenían que dejar todo preparado para poder cogerse dos semanas de luna de miel, cuando nos casáramos. No habíamos podido tener muchas citas, me tenía prohibido que me acercara a él , no llegaríamos a la boda, cumpliendo las promesas que hicimos, a su abuelo, aunque él no se mereciera que las cumpliéramos, así que casi hasta la boda, apenas nos veíamos o lo hacíamos con escoltas que nos controlaran los instintos, al pobre de William lo teníamos harto, un día llegó a echar de mi casa a su jefe cuando intentó, con mi colaboración claro, robarme un beso, dentro de mi habitación, donde había entrado furtivamente, ya que le había ordenado, él mismo a William, que lo impidiera a toda costa. Incluso inmovilizándolo si hacía falta, era una total tortura.
Por otro lado, nosotras comenzamos a preparar, bajo la orientación de mi estupenda futura suegra y mía, como deseábamos que fuera nuestro matrimonio.
Mis amigas y yo sabíamos que todo iba a cambiar sobre todo porque aparte de estar con los hombres que amábamos, y nos volvían locas, nuestros primeros y únicos amante, teníamos que salir de nuestra zona de confort, de nuestra vida conocida, para convertirnos en las esposas de los herederos Powell, aprender a navegar por su mundo y para colmo prepáranos para ser las madres de la futura generación Powell, esto último me preocupaba menos, Michael era cero ambición para la empresa y prefería durante un tiempo no tenerlos, aunque antes de decirlo ya nosotras habíamos tomado medidas al respecto, debíamos tomarnos un tiempo de pareja para vivir nuestro matrimonio y luego ya se vería.
Miriam quería una boda rápida pese a las negativas de su suegra que quería la boda del siglo. Para mi amiga, después de que entregó su corazón, y próximamente, si dios le dejaba de torturar tanto con tener un dios tentador por prometido, sería su cuerpo en su noche de bodas. Estas entregas eran de manera voluntaria, bueno todo lo voluntaria que puede ser una bruja arpía de lengua rápida, que tenía amenazado a su prometido para que ni siquiera se le ocurriera intentar alargar la post-boda con la cena y fiesta muchas horas, porque o en dos horas después del sí quiero su marido le había arrancado la ropa para después tenerla toda la noche gimiendo, o ella no le dejaba entrar en su habitación por una semana.
Pobre Kevin J. ya tenía suficiente con una madre manipuladora, que ahora se casaría con la diosa de las arpías como él la llamaba.
Arianna por mi parte llega con una familia a cuesta, y unirme al hombre que ama lo desea con todas las células de mi cuerpo. Tener una familia con él sería todo para ella. Lo que no le gusta es el por qué, traer un hijo a este mundo para poder heredar, y que su ambicioso marido pueda optar a la presidencia de su abuelo, hace que se sienta mal. Sabía que Keanu me ama, y más la desea, pero ese miedo aún está ahí, no desea que mis hijos sean moneda de cambio.
Yo casi, tengo el mismo problema que Miriam en cuanto a querer que mi querido Mike me transforme en una diosa saciada de placer tras devorar el tentador cuerpo de su marido, pero en las últimas semanas de repente y quizás porque no he podido ver a Michael muy seguido, me ha surgido las dudas de si podrá estar a la altura de las expectativas de mi futuro esposo. El problema es que, mientras Michael ha tenido decenas o quizás centenas de mujeres de todo tipo en su cama, ¿Seré capaz de poder cubrir toda esa experiencia y vida anterior de su esposo, una virgen? ¿Bastara el amor que sentimos el uno por el otro? ¿o el deseo de Michael se apagará después de un tiempo, en comparación de su excitante vida anterior? Tengo muchas preguntas, pero espera que el amor y el deseo que siente por su niñato mujeriego le ayuden a superarlo. Necesito pensara en mi negocio, y por este matrimonio voy a hacer muchas concesiones, no quiero, y no deseo que me rompan el corazón
Para poder sobrevivir a todo y decidimos pasarnos la mañana en el spa. Ya teníamos nosotras nuestros propios problemas para que encima, la dudas que teníamos de nuestras vidas futuras nos afectara ahora.
Mientras nos dirigíamos a nuestras modistas, peluquería esteticien y demás profesionales que iban a transformáramos en las verdaderas herederas Powell, estos miedos se hicieron evidentes entre nosotras, hasta el punto de que dudé varias, veces, pero al final con pesar en mi amado playboy, se tranquilizó.
Y esto sólo era la fiesta de compromiso que pasaría, con nuestra boda, que en breve llegaría.