Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Destinada a mi gran cuñado
Mi esposo millonario: Felices para siempre
El arrepentimiento de mi exesposo
Novia del Señor Millonario
Regreso de la heredera mafiosa: Es más de lo que crees
No me dejes, mi pareja
Demasiado tarde para arrepentirse: La heredera genio brilla
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Renacida: me casé con el enemigo de mi ex-marido
Observé mis manos, por más que las limpio aún estaban llenas de sangre. Miré para atrás insistentemente, rogando que nadie pudiera encontrarme, mis pasos son algo torpes, lo único que le pido a mis piernas en estos momentos es que puedan continuar hasta escapar de este lugar.
Cuando nos mudamos a esta ciudad, pensé que era un nuevo inicio, que equivocada estaba. Ahora no solo estoy sola, sino que también estoy perdida y desesperada. No puedo ir a la policía, mucho menos tomar un autobús e ir hasta donde mi familia. ¿Cómo explicaría lo que acaba de suceder?
Cuando veo como los carros se me acercan, simplemente me agacho, no quiero ser descubierta. En realidad, temo volver a escuchar su nombre, su voz o verlo, eso incluso sería lo peor que me pudiera pasar. Definitivamente tuve que hacer algo malo en la vida para estar viviendo todo esto, fue inevitable pensar una y otra vez.
El frío comienza a golpear mi cuerpo, mis labios tiemblan mientras que mis manos intentan de una manera tan absurda darle calor a mi cuerpo. No tengo rumbo, no se a donde ir. No obstante, siento que estoy mejor aquí.
Me siento en el suelo, no tengo claro cuanto he caminado, mis pies me duelen, solo veo casas y unos cuantos árboles. Mi cuerpo tiembla como gelatina, quisiera dormir, quizá no despertar, tal vez esa era la única manera de haber escapado del infierno.
Me pongo de pie cuando escucho algunas motos por el camino, veo de reojo como algunos son policías. No puedo ir a la cárcel, eso sería incluso peor, porque sé que mi vida estaría en el limbo, él me lo advirtió muchas veces.
Comienzo a correr, mi pecho sube y baja de manera desesperada, ya no pienso con claridad solo quiero correr y mirar a donde el destino me lleva.
Giré mi cuerpo lo suficiente cuando sentí como el metal de un carro golpea mi cuerpo haciéndome caer al suelo...
No reconozco en donde estoy, abro mis ojos lentamente intentando reconocer el lugar, rogando al cielo que no sea el mismo al que yo llamaba ilusamente "hogar"
¿Qué es peor que despertar en un lugar desconocido? porque la mayoría de personas creen que eso es malo, que es lo peor. Por mi parte, lo peor es soñar, imaginar que estás viviendo lo mismo una y otra vez.
Me siento cuando alguien carraspea con su garganta, intento mirar hacia la puerta, una persona está allí, no se ve muy clara, paso saliva, el miedo se hace de nuevo presente en mí.
-¿Quién es usted? -mi voz sale en un hilo, casi rota, casi destruida por completo.
-Eso debería preguntar yo. -La voz de ese hombre hace erizar mi cuerpo, gruesa, varonil e inquietante, un hombre alto, serio y lo suficientemente atractivo que puede descrestar a cualquiera-. No es normal que a estás horas de la noche una mujer esté corriendo sin sentido, llena de sangre y con su ropa rota.
-No tengo porque responder, le agradezco que me haya traído aquí, pero no me apetece estar en este lugar.
-¿Se da cuenta de la hora? demasiado tarde, ¿no cree que es peligroso estar a esta hora en la calle o acaso la peligrosa es usted?
Me levanto de inmediato, mi cuerpo tambalea por la falta de comida, sin embargo, le exijo a mi cuerpo que aguante un poco más.
-¿Usted quién se cree que es? -dije, estando a la defensiva.