Nadie Nos Oye

La primera vez que lo ví supe que era muy raro, pero si personalidad dominante me atraía de tal manera que se estaba convirtiendo en una obsesión. Brian era encantador pero debajo de él había algo que no lograba ver.

-Buenos días a todos- Redhian saludo al entrar a la oficina ya que como buen jefe, sus modales eran los mejores.

- Puedes venir un momento a mi oficina- Redhian me dijo mientras se dirigía a su despacho.

Yo entre después de él cerrando la puerta detrás de mi, caminé unos pasos y me quedé parado junto a una silla de su escritorio; el se me quedó mirando como si hubiera echo la peor de las cosas. Y como conozco bien sus gestos supuse que lo qué diría a continuación no tenía nada que ver con el trabajo, así que tome asiento en uno de los sillones y le mire atentamente.

-Cameron, se que siempre trato de convencerte de que me des una oportunidad, y siempre me sales con tus evasivas, así que está vez sólo quiero que escuches mi propuesta; y al menos me des una oportunidad si mi amor- el tenía ya algún tiempo rogandome para que saliéramos y comenzar una relación más allá de nuestra amistad de tiempo, pero yo no quería lastimar sus sentimientos y mucho menos perderlo todo por una relación con mi mejor amigo.

- Cameron me escuchaste hablar siquiera- su voz me saco de mis cavilaciones, y terminé aceptando sin saber a qué me estaba enfrentando, si me sentí mal por gustar de Brian y empezar a salir con mi amigo y jefe, pero que se le va hacer, no todo se puede tener.

- Si aceptaré, pero con una condición de acuerdo- Redhian solo esbozo una sonrisa y acepto como si nada.

- Está bien mi amor cuál es la condición- yo no sabía a qué me enfrentaba, así que le solté de golpe una condición larga pero concisa.