Adaptación bl de cautiva del alfa
Dante, alfa de la Manada de Plata, no daba crédito a lo que sus ojos veían. Dos de los hijos de su mayor enemigo estaban arrodillados ante él; implorando que derrocara, nada más ni nada menos, que a su padre. Esa sí era una broma de muy mal gusto. No era una persona cerrada de carácter, pero le gustaría darles unos buenos correctivos a aquellos dos cachorros que osaban burlarse de su persona. O tal vez, aquello era simplemente una estrategia de su padre para acabar con su poder.
Era conocido por su carácter amable con los cachorros, más no con aquellos que intentaban manipularlo. Por el momento, les seguiría el juego. Nadie sabía a dónde podría llegar.
-¿Y cuál es el objetivo de venir a pedirme algo así?- sentado en el trono de la gran sala imponía respeto como todo el magnate que era. Los presentes estaban incómodos por la situación, sin embargo, no harían nada sin una orden suya.
Los dos cachorros bajaban su mirada evitando la del líder, un símbolo de total sumisión, aunque las manos del que parecía el mayor se cerraban sobre sus rodillas mostrando su desacuerdo con aquella posición. Siendo hijos de alfa, esa actitud era memorable y Dante admiró que no se hubiera rebelado ya. Tal vez su pedido no era tan descabellado.
-Hace poco- comenzó a decir este tensando los hombros- Descubrimos los actos de nuestro padre y no lo toleraremos más, no cuando nuestra madre es el que está en peligro- se calló de pronto.
Se hizo un silencio incómodo y Dante recostó los codos sobre sus muslos, interesado.
-Sigue- ordenó imperioso.
El chico levantó la cabeza, pero la bajó tan pronto se dio cuenta que el alfa lo interrogaba con cada poro de su cuerpo.
-Hemos descubierto que nuestra madre está vivo, y encarcelado en una de las mazmorras subterráneas del territorio que nos pertenece. Padre lo ha mantenido cautivo desde hace mucho tiempo y ha tomado su lugar como alfa total de la manada, usando su cuerpo solamente para procrear-culminó enfurecido.
-¿Y crees que te voy a creer algo tan descabellado?- los dos chicos lo miraron con sus ojos desorbitados, como si la esperanza se escapara de ellos. Dante lo ignoró, si mentían, tarde o temprano la verdad saldría a la luz.
-Es bien sabido que su madre enfermó después del primer heredero, y que después de eso se confinó hasta que murió. Esa historia de que todos son hermanos de la misma madre es una tontería. No después de los múltiples amoríos del alfa-comentó con desdén
-Pero no mentimos- el menor gritó desesperado, recibiendo una ceja arqueada por parte del alfa.
-¿En serio? Denme pruebas y tal vez piense en su oferta- si no se equivocaba, a quien llamaban madre era el único lobo omega de sangre pura de la manada y a leguas a la redonda, esto era serio.
Los chicos se miraron incómodos, pedirles pruebas cuando no la tenían, era cruel. El mayor mordió su labio inferior hasta que sangró. Sabía que había sido una idea descabellada irle a pedir ayuda al mayor enemigo de su padre, pero nadie más podía enfrentarlo.