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Siento mi corazón bombeando

Siento mi corazón bombeando

Gabie Parpia

5.0
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7.8M
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684
Capítulo

Ariana se vio obligada a casarse con un miembro de la familia Anderson. Sin embargo, mientras otros esperaban que tuviera un hijo con su nuevo esposo, ¡ella descubrió que su esposo, Theodore, estaba en coma! ¿Acaso Ariana viviría el resto de su vida como si fuera una viuda? ¡Inesperadamente, su esposo recuperó el conocimiento al día siguiente! Theodore abrió los ojos y la miró con frialdad. "¿Quién eres tú?". "Soy tu... esposa", respondió Ariana aturdida. Al escuchar esto, Theodore parecía extremadamente molesto. "No recuerdo haberme casado, así que este matrimonio no cuenta. Dejaré que mi abogado se encargue de los trámites de divorcio". Si no hubiera sido por la objeción de su familia, los dos se habrían divorciado. Más tarde, concibió un hijo y quiso irse en secreto, pero Theodore descubrió su plan y la detuvo. Ariana lo miró con terquedad en los ojos. "No te gusto y nunca me has tomado en serio. ¿Cuál es el significado de nuestro matrimonio? ¡Quiero el divorcio!". De repente, la arrogancia de Theodore desapareció y la abrazó con calidez. "¡Eres mi esposa, ni siquiera pienses en divorciarte de mí!".

Capítulo 1 La traición

Ariana Edwards estaba sentada en una habitación de hotel, lucía un maquillaje prolijo y estaba engalanada con un vestido de novia blanco como la nieve. Era el día de su boda, pero no había rastro del novio por ninguna parte.

En su mano sostenía dos documentos, uno era un formulario de consentimiento para una inseminación artificial y el otro era un acuerdo de confidencialidad. En el primer folio se acordaba que la inseminación artificial tendría lugar mañana. A su lado, el abogado de la familia Anderson estaba esperando que ella firmara los documentos.

El padre de su futuro hijo sería Theodore Anderson, el novio de la boda y el heredero de la familia Anderson.

Se suponía que su boda sería la del siglo, pero el destino tenía deparado otros planes para ellos. Tres meses atrás, Theodore resultó gravemente herido en un accidente automovilístico y el pronóstico para él no era bueno.

"Señorita Edwards, por favor, tiene que firmarlos cuanto antes", instó el abogado, con el rostro inexpresivo y un rastro de impaciencia en la voz.

La familia Anderson era una de las familias más poderosas de la ciudad y, como tal, valoraban la continuidad de su linaje. Theodore había pasado muchos años soltero y, como no mostraba interés por ninguna chica en especial, Darian, su padre, decidió conseguirle una esposa. Darian no era de los que le gustaba dejar las cosas al azar y es por eso que, años atrás, le ordenó a su hijo que congelara su esperma en caso de que surgiera algún imprevisto.

Mientras revisaba los documentos ante ella, las cejas de Ariana se fruncieron como si estuviera asustada.

"Lo siento, pero necesito leer esto con calma... ¿Podría tener algo de tiempo a solas?".

Aunque de mala gana, el abogado finalmente asintió, dio media vuelta y se retiró.

Tan pronto como se cerró la puerta, Ariana dejó los documentos a un lado y llamó a su novio.

Sí, ella tenía un novio, uno de verdad... Pero era un secreto sagrado.

Su novio era Jasper Anderson, el segundo hijo de Darian y medio hermano de Theodore.

De hecho, todo el paripé de la boda había sido idea suya.

El padre de Ariana había fallecido recientemente luego de haber sufrido una terrible enfermedad y, tras su muerte, su madrastra, Glenda Edwards, se hizo cargo de todas sus propiedades y echó a la chica de su casa, dejó a Ariana sin un centavo e incluso le quitó las cosas que pertenecían a su difunta madre.

Por supuesto, Ariana lo estaba pasando muy mal y fue entonces que a su novio se le ocurrió un plan para mejorar la suerte de los dos. Él la instó a casarse con Theodore para sabotear la inseminación artificial de su hermano y así poder ser el único heredero de la fortuna de los Anderson cuando Theodore muriese.

Para intentar convencer a la chica, le prometió que se casaría con ella y que la ayudaría a recuperar las pertenencias de su madre que Glenda había robado.

Luego de tanto insistir, Ariana finalmente accedió, pero ahora que estaba frente al documento y la boda, empezaba a tener dudas. Su conciencia le decía que eso no estaba bien y no creía ser capaz de continuar con el plan.

Jasper no atendió su llamada y eso hizo que Ariana se sintiera todavía más nerviosa. Desesperada, caminó de un lado al otro de la habitación hasta que finalmente decidió escabullirse para buscar a Jasper.

Con el corazón en la boca caminó por el pasillo temiendo toparse con algún conocido. Como quería mantenerse bajo perfil, decidió no usar el ascensor y bajó las escaleras descalza para no hacer ruido.

Al pasar junto a la última suite del pasillo, respiró hondo. La puerta estaba entreabierta y alcanzó a escuchar una risa familiar que emergía del interior.

"Oh, no te vayas, Jasper... Quédate conmigo un poco más... De todas formas, Ariana no tiene tiempo para ti ahora".

El corazón de la chica se hundió en el acto y sus piernas se entumecieron. Aun así, se armó de valor para mirar a través de la rendija.

Para su consternación, un hombre y una mujer semidesnudos yacían sobre el sofá. El primero era Jasper y la mujer no era otra más que Brielle, la hermana de Ariana.

"Cariño, sabes que me encantaría quedarme contigo, pero ahora no puedo... Me temo que Ariana está pensado demasiado las cosas y puede echar a perder el plan... Necesito asegurarme de que haga lo que se le ha pedido", insistió Jasper, empujando a la mujer.

Pero Brielle no era de las que se daba por vencida fácilmente, así que se inclinó para seguir besándolo. "No tienes que preocuparte, esa perra es una tonta y siempre te hace caso... Además, todavía tenemos las pertenencias de su madre, ella haría cualquier cosa por recuperarlas".

"Mmm... En eso tienes razón", agregó Jasper, acomodándose en el sofá. Entonces rodeó a su acompañante por la cintura y continuó: "¡Ja, ja! Pobre tonta, ahora que su padre ha muerto, no tiene a nadie... Lo único que puede hacer es obedecer".

"Bueno, nada de esto sería posible si no hubieras manipulado las medicinas de su padre", declaró Brielle con malicia. Pero sus palabras se cortaron cuando Jasper metió sus dedos bajo su ropa interior. Un gemido escapó de sus labios y se estremeció. "Mi tonta hermana cree que te casarás con ella cuando todo esto termine... Ella no tiene idea de que mataste a su padre y de que eres un chico malo, Jasper".

"¿No es por eso que me amas?", replicó el hombre con malicia, aprisionándola con su cuerpo. "No te preocupes, serás mi mujer cuando todo termine, siempre serás la única para mí... Por ahora, déjame demostrarte lo malo que puedo ser...".

En breve, las voces se apagaron para dar lugar a gemidos de placer.

Ariana, por su parte, sentía que todo su cuerpo se derretía y, debilitada, se tambaleó hacia atrás.

¡Su amado Jasper la había traicionado! ¡Su amor y sus promesas eran solo mentiras! ¡Estaba enamorada del hombre que había matado a su padre!

Sin poder contenerse, las lágrimas surcaron sus mejillas y descendieron hasta su mentón. Un nudo aprisionó su garganta y amenazó con cortarle la respiración.

Furiosa, Ariana se agarró el vestido con fuerza y apretó los dientes mientras escuchaba los ruidos que emanaban de la habitación.

Al final no era más que un peón de su hermana y su supuesto novio... Pero ahora que sabía la verdad, tendría que vengarse de alguna forma.

Procurando recuperarse, Ariana se secó las lágrimas y se volvió a poner los tacones. Con la cabeza en alto, caminó de regreso a su habitación y buscó los documentos para firmarlos.

Ella era consciente de que la unión con Theodore la fortalecería y le permitiría enfrentar a Brielle y a Jasper. Lo que ellos no sabían era que ella se les había adelantado en su plan.

*

Por la noche, las luces de la residencia de la familia Anderson iluminaban toda la propiedad.

Cuando terminó la boda, Ariana fue enviada a la habitación de Theodore.

Esa era la primera vez que se encontraba con su supuesto esposo.

Según lo que Jasper le había dicho, Theodore era un cascarrabias malhumorado que podría ponerle los pelos de punta al mismísimo Lucifer. Además, dijo que era horrible como un ogro y tenía un corazón de piedra.

Guiada por esa descripción, Ariana esperaba encontrarse con un monstruo postrado en una cama, pero se quedó boquiabierta cuando vio lo guapo que era en realidad. Aunque estaba en coma, lucía augusto e imponente.

Asombrada, Ariana estudió sus rasgos firmes y tranquilos.

¡Jasper le había vuelto a mentir! Ahora lamentaba mucho haber confiado en las palabras de ese traidor.

Mientras se perdía en sus pensamientos, la puerta de la habitación se abrió y Jasper entró pavoneándose con una botella en la mano. "¡Oye, Aria!", gritó entre eructos. "Lamento no haber contestado cuando me llamaste, estaba muy ocupado".

Ariana sabía que tenía que jugar bien sus cartas si quería salir victoriosa, por lo que hizo un esfuerzo por ocultar sus verdaderas emociones. "Está bien, puedo entenderlo".

Jasper empinó la botella y sorbió una buena cantidad de vino antes de continuar: "Sabía que lo entenderías, sé que me amas mucho".

Una chispa de ira brilló en los ojos de la chica por una fracción de segundo, pero apretó los puños y forzó una sonrisa. "Bueno, ya es tarde, será mejor que vayas a descansar... Mañana seguimos hablando".

Sin decir nada, Jasper cerró la puerta detrás de él y se acercó a Ariana.

Ella dio un paso atrás con cautela. "¿Qué estás haciendo?", preguntó.

"Tu noche de bodas no debería terminar así... Vamos a hacer el amor".

Con una sonrisa traviesa en su rostro, el hombre se lanzó hacia adelante.

Ariana se quedó perpleja por la sugerencia. ¿De verdad era tan descarado como para tener sexo frente a su hermano enfermo? ¡Estaba loco!

Cuando Jasper se acercó de nuevo, ella lo empujó y murmuró: "Estás ebrio, Jasper... Que no se te olvide el plan...".

Pero él no se contuvo. "Ese plan ha cambiado... Quiero que concibas un hijo mío antes de la inseminación artificial... Así seré el padre del heredero absoluto".

Ariana estaba asqueada y solo quería empujarlo.

Pero cuando alzó la mano, se dio cuenta de que la atención del hombre estaba centrada en otra cosa... Estaba mirando detrás de ella con los ojos muy abiertos como si acabara de ver un fantasma.

"Theo... Theodore...".

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