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Un destino juntos

Un destino juntos

HOSHIKO RIKO

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11
Capítulo

Muchos podemos callar y llorar en el silencio de una habitación, haciéndole tantas preguntas y reproches al corazón culpando lo del porqué de aquella triste desgracia, cerramos los ojos tratando de calmar ese dolor que carcome el alma destrozando aún más el corazón que trata de no caer ante aquella lucha que vive día a día con los recuerdos tan presentes.

Capítulo 1 Te volví a encontrar

Era una tarde de primavera, el viento tenía una dulce fragancia a flores silvestres, el canto de los pajaritos anunciando la llegada de la primavera,

pero mi corazón estaba triste y lleno de recuerdos, viejos amores que la vida

me puso de obstáculos, estaba sentada bajo un árbol disfrutando de su sombra

que regalaba con tanta serenidad y calmaba el alma de aquellos lamentos que

exaltaban el corazón. Tenía la mirada perdida en aquel campo lleno de colores,

suspirando por encontrar la razón de la felicidad, no hallaba respuesta alguna

solo una enorme nostalgia que apagaba aquella pequeña luz de esperanza, me

levante y camine por aquel campo y sin pensarlo me deje caer entre todas esas

flores mire el cielo tan azul como el mar, las nubes formaban las figuras más

extrañas y hermosas del mundo, el sol radiaba esperanza, pero mi corazón ya

había decidido a nunca amar nuevamente, tenía las ilusiones destruidas, estaba

suspendida en una cuerda floja tratando de seguir con mi vida.

Esa

tarde recibí una llamada, estaba tan sumergida en mis propios pensamientos que

no escuche el timbre del teléfono, cuando conteste era un hombre, por un

momento creí que era mi mejor amigo.

-

¡Hola Elian! – no respondí seguí escuchando la voz de aquel hombre, estaba a

punto de colgar cuando él dice su nombre.

-Soy

Mauricio, perdón si te asuste- no podía creer que me haya llamado, ¿cómo obtuvo

mi número?, tantas preguntas comenzaron a surgir, no sabía si contestar y

aceptar que era Elian, por otro lado, quería saber de él, casi con la voz

temblorosa le conteste.

-

¡Hola! Con ella habla, en que le puedo ayudar- trague saliva, estaba nerviosa, mis

manos comenzaban a temblar, no podía colgar, aunque lo quisiera mi cuerpo no

respondía.

-

Discúlpame por el susto que te cause, debí decir mi nombre desde el inicio- no

tenía intenciones de tener una llamada prolongada con un desconocido, aunque formo

una mínima parte de mi vida no deja de ser un desconocido, así que esperare

unos minutos antes de colgar.

-Elian, te invito a tomar algo, el sábado- era la primera vez que saldría con un

chico, en realidad siempre salgo con mi mejor amigo, aunque esto es algo

extraño, el sábado no tendría nada que hacer así que no sabía si aceptarlo o no,

había planeado quedarme en casa con “Maty”, mi perrita un pastor alemán, que

podría perder si aceptaba.

-Acepto,

que te parece en el café bar que está a unas cuadras del colegio Mariano

Escobedo, a las 2 pm- no deje que el escogiera el lugar, así que tome la

iniciativa, espero que no se arrepienta.

-Me

parece genial, eso te iba a proponer, entonces nos vemos el sábado, adiós- no sabía

si estaba feliz o triste, quizás me daba igual lo que pasara a mi alrededor, preferí

no ilusionarme, estaba cansada de siempre hacerlo y terminar destrozada, así

que no me despedí solo deje el teléfono en su lugar.

Me

fui a mi cuarto busque aquel álbum de fotos escolar , estaba segura que lo tenía

guardado en mi librero, me subí a una silla y busque en la parte de arriba del

librero, ahí estaba lleno de polvo, no recordaba cómo es que había llegado

hasta allí, así que recordé que ya habían pasado más de 6 años, me baje de la

silla y me fui a sentar a la cama, cada página que pasaba recordaba cosas

lindas del colegio, pero en especial a él, quería sentir la magia de aquellos

bellos sentimientos esos recuerdos tan lindos, siempre estuvimos juntos pero

nunca nos vimos, recuerdo aquella vez en la que le pedí a mi compañero de clase

que le llevara un recado a Mauricio, es un recuerdo algo vergonzoso, sin darme

cuenta comencé a llorar, recordé que le pedí ser mi novio, pero el me rechazo,

nunca supe el porqué, era el último año de colegio, todos nos separaríamos y

tomaríamos caminos distintos, fue así como nunca lo olvide fue un amor de

colegio, después de tanto tiempo el vuelve a buscarme, acaso recordara lo que

paso en el colegio, pero porque ahora, comencé a llorar y me acurruqué

abrazando aquel álbum, me quede dormida.

Estaba

sola descalza en un cuarto oscuro, aunque trataba de gritar no tenía voz, busque

una salida hasta que encontré algo era un espejo su marco era de plata y

brillaba, me mire en él y el reflejo no era mío sino de otra persona, me quede

mirando fijamente a ese reflejo, poco a poco me di cuenta que no era otra

persona, ese reflejo era mío, había cambiado drásticamente y lo más peculiar

era que ella estaba sonriendo tan natural, en cambio yo estaba destrozada tanto

física y emocionalmente, mi sonrisa siempre era una simple farsa, no quería que

nadie se preocupara por mí, en eso escuche una voz.

-confía

en ti- cuando escuche eso una luz comenzó a entrar, al inicio no podía mirar, mi

vista se ajustó a la claridad, era una puerta, no lo dude y salí corriendo de ahí,

me desperté llorando, revise mi reloj y eran a las 5 am, justo a tiempo para

prepararme y salir camino a la universidad, vivía sola, no tan sola, Maty

siempre estaba conmigo.

Me

detuve en la puerta del salón y busqué detenidamente a Santiago, hasta que lo

encontré sentado en una banca en la esquina del salón, rápidamente fui hasta la

banca que estaba a su costado para poder hacerle un interrogatorio intensivo.

-Buenos

días, Santiago- lo saludé y me senté sin mirarlo.

-Buenos

días, Eli- ella nunca me saluda por mi nombre sino por “Santi” algo estará

pasando, ahora que recuerdo, siempre que pasa algo ella me habla por mi nombre

y eso da miedo porque me va a interrogar, casi titubeando le pregunto; - ¿pasa

algo Eli? Te noto algo extraña-, estaba deseando que dijera que no pasa nada,

quería salir corriendo, pero si lo hacía sería mucho peor me ira a buscar hasta

mi casa, así que decidí afrontar esa dura realidad, porque ella es una persona

terrible cuando esta enfadada.

-lo

que pasa Santiago es que ayer recibí una llamada de Mauricio, me pregunto cómo

es que obtuvo mi número de teléfono, de casualidad sabes algo que yo no-.

Cuando escuché eso recordé que un amigo mío me pidió su número, después de

vernos juntos caminando rumbo a su casa de Elian, estaba dudando si en decir la

verdad o mentir, si miento me ira peor mejor le diré lo que paso, pero no estoy

seguro de que esa persona le haya dado el número de Elian a Mauricio.

-Lo

que paso Elian, es que hace un par de días un amigo mío me pidió tu número de

teléfono, no te puedo asegurar si esa persona le dio tu número a Mauricio, pero

nos vio caminar juntos y creo que también te conoce mi amigo, porque no me

pregunto por tu nombre solo me pidió tu número y ya-. Estaba algo asustado, espero

que no se moleste demasiado conmigo por dar su número de teléfono sin su

permiso.

-Santi,

ya se me paso el enojo que tenía, para la otra avísame lo que pasa-. No puedo

enojarme con él, es mi mejor amigo y compañero así que prefiero mantenerme

calmada.

-Eli, tengo una duda, ¿Qué te dijo Mauricio?

-. Trague saliva después de hacerle esa pregunta.

-En realidad no mucho solo me invito a tomar

algo el sábado en el café bar que está cerca del colegio Mariano Escobedo, solo

eso me dijo, además no le dije nada porque estaba algo distraída y no tenía

ganas de hablar con nadie y menos con un desconocido como él-. Mi mejor amigo

no sabía las crisis existenciales que tengo a veces.

-Está bien Eli, me avisas cualquier cosa que

pase-. Estaba algo preocupado por ella.

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