Login to ManoBook
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
exclusivamente tuyo

exclusivamente tuyo

amanda lagos perez

5.0
calificaciones
40.7K
Vistas
43
Capítulo

henry amstrong - ¿Qué pasó Ernesto? - Le pregunto a mi chofer cuando aparca bruscamente el coche en medio de una calle vacía. - Creo que fue un problema de motor señor - dice saliendo del auto y espero impaciente, estoy tarde para una reunión que podría traerme ganancias muy alto. Una de las cosas que más me irrita en la vida es esperar, perder tiempo. Hay muchas cosas que se pueden hacer en veinte o treinta minutos y que son capaces de cambiar una vida, siempre hay tiempo para ganar mas dinero, cobrar algunas deudas o ya sabes, matar a algunos desafortunados, esto seguramente cambiará la vida de alguien. Abro una sonrisa sarcástica, encontrando mi pensamientos propios. Miro el reloj por segunda vez y han pasado quince minutos desde que se fue Ernesto, veo a través del vidrio blindado el hombre caminando de un lado a otro en el teléfono sosteniendo un pieza rota, no hace falta ser un experto para saber que la el daño fue feo. Me bajo del auto maldiciendo la demora, ya es la reunión debe haber comenzado. - ¿Ernesto? - El hombre es casi amarillo, y aumenta cuando me ve acercarme, mis empleados pueden ser enormes pero el miedo que me tienen los hace parecer ratas de laboratorio. - Tomará tiempo señor, el fltro de aire está roto y necesito otro nuevo - dice sin aliento - voy a pedir otro carro - arranca llamando a otro conductor pero no puedo esperar. - Déjalo - digo irritada - Cojo un taxi - Te aviso alejándose. - Señor debo decir que es peligroso exponerse así - Ernesto viene detrás de mí, pistola en mano, mirando todas las direcciones, pero detengo mi camino para bruscamente, girándose hacia él. "Yo soy el peligro aquí, Ernesto", gruño, demasiado molesto para medita mis palabras - Y comprenderás este peligro luego si no arreglas este puto carro en dos horas. - Señor, este problema podría llevar meses - habla en un tono formal, contenido, pero sudor frío corriendo por su frente indica que he logrado mi objetivo. "Entonces creo que es mejor que te des prisa", le digo antes de darme la vuelta. y empiezo a caminar detrás de un maldito auto. Ha pasado un tiempo desde que me fui sin una escolta armada formando un convoy de cinco o seis coches, eso evitaría esto paseo ridículo, pero hoy no tuve otra opción. Todos son comprometido con el desembarco de un nuevo cargamento de armas que Recién llegado de Inglaterra. Es una carga gigantesca, así que Programé una reunión con el directorio de Sartre para esta mañana, Necesito una coartada muy sólida. Sartre es una de mis mayores inversiones, una de de origen "lícito", por así decirlo, es una multinacional de diseño de moda de vanguardia. Cuando decidí invertir en la empresa, tenia dudas si seria buen negocio, no entro ninguna juego que perder y no estaba dispuesto a competir con las marcas como Gucci y pierdo, si voy a jugar quiero estar en el podio, y porque Sartre está entre las tres marcas más famosas del mundo Este Dia.

Capítulo 1 Mi naturaleza

henry amstrong

- ¿Qué pasó Ernesto? - Le pregunto a mi chofer cuando

aparca bruscamente el coche en medio de una calle vacía.

- Creo que fue un problema de motor señor - dice

saliendo del auto y espero impaciente, estoy

tarde para una reunión que podría traerme ganancias

muy alto.

Una de las cosas que más me irrita en la vida es esperar, perder

tiempo. Hay muchas cosas que se pueden hacer en veinte o treinta

minutos y que son capaces de cambiar una vida, siempre hay tiempo

para ganar mas dinero, cobrar algunas deudas o ya sabes,

matar a algunos desafortunados, esto seguramente cambiará la vida de

alguien. Abro una sonrisa sarcástica, encontrando mi

pensamientos propios.

Miro el reloj por segunda vez y han pasado quince

minutos desde que se fue Ernesto, veo a través del vidrio blindado el

hombre caminando de un lado a otro en el teléfono sosteniendo un

pieza rota, no hace falta ser un experto para saber que la

el daño fue feo. Me bajo del auto maldiciendo la demora, ya es la reunión

debe haber comenzado.

- ¿Ernesto? - El hombre es casi amarillo, y aumenta

cuando me ve acercarme, mis empleados

pueden ser enormes pero el miedo que me tienen

los hace parecer ratas de laboratorio.

- Tomará tiempo señor, el fltro de aire está roto y necesito otro

nuevo - dice sin aliento - voy a pedir otro carro - arranca

llamando a otro conductor pero no puedo esperar.

- Déjalo - digo irritada - Cojo un taxi - Te aviso

alejándose.

- Señor debo decir que es peligroso exponerse así -

Ernesto viene detrás de mí, pistola en mano, mirando

todas las direcciones, pero detengo mi camino para

bruscamente, girándose hacia él.

"Yo soy el peligro aquí, Ernesto", gruño, demasiado molesto para

medita mis palabras - Y comprenderás este peligro

luego si no arreglas este puto carro en dos

horas.

- Señor, este problema podría llevar meses - habla en un

tono formal, contenido, pero sudor frío corriendo por su frente

indica que he logrado mi objetivo.

"Entonces creo que es mejor que te des prisa", le digo antes de darme la vuelta.

y empiezo a caminar detrás de un maldito auto.

Ha pasado un tiempo desde que me fui sin una escolta armada

formando un convoy de cinco o seis coches, eso evitaría esto

paseo ridículo, pero hoy no tuve otra opción. Todos son

comprometido con el desembarco de un nuevo cargamento de armas que

Recién llegado de Inglaterra. Es una carga gigantesca, así que

Programé una reunión con el directorio de Sartre para esta mañana,

Necesito una coartada muy sólida.

Sartre es una de mis mayores inversiones, una de

de origen "lícito", por así decirlo, es una multinacional de

diseño de moda de vanguardia. Cuando decidí invertir en la empresa,

tenia dudas si seria buen negocio, no entro ninguna

juego que perder y no estaba dispuesto a competir con las marcas

como Gucci y pierdo, si voy a jugar quiero estar en el podio, y porque

Sartre está entre las tres marcas más famosas del mundo

Este Dia.

Además del punto culminante, también visualicé mi coartada principal,

necesitaba una empresa que ganara lo sufciente para la

autoridades no sospecharon el fujo de dinero en mi

manos.

El poder y el dinero llaman la atención, y prefero ser parte de la

pequeña parte de mafosos en el mundo que no llegan ni al

menos cerca de una investigación. A los ojos de la ley, solo soy el

empresario exitoso que se reúne con las autoridades cada año en

eventos de caridad.

Camino unos metros y no encuentro ni la sombra del

maldito taxi, mi estado de ánimo es alto hoy. Estoy

casi dando la vuelta y arreglando ese auto con mi

mis propias manos cuando veo un sedán amarillo en la puerta de un

taller. El conductor está entrando en escena cuando lo llamo.

- Oye, ¿estás disponible? - pregunto mirando las manos del hombre

untado de grasa, hoy debe ser el día de los autos averiados.

- ¡Sí señor, déjame lavarme las manos primero! -O

El acento arrastrado me saca de mi zona de confort, pero

Prefero ignorar.

- Cierto - en cuanto se va, reviso mi teléfono y en medio de

algunos mensajes que informan sobre la carga, hay

también llamadas perdidas de Sartre, toda la junta ya está

esperándome.

- ¡Lo haremos! - me llama una voz femenina muy entrecortada

atención, y cuando veo a una loca subirse al taxi antes

de mí - ¡Vamos chico! ¡Por favor, necesito llegar pronto! - ¿Está por ahí?

Grita conmigo.

Permanezco en silencio esperando que ella entienda el

lío que hizo al confundirme con el conductor, pero se queda

aún más agitado.

- ¿Qué haces ahí parado? - la pregunta se da en un

pequeño aumento en el tono.

Miro a la mujer como si estuviera literalmente loca. Ella es

muy bonito, pero no puedo notarlo mientras continúa

gritando en mi oído.

- Señorita, creo que ha habido un error - Lo intento

empiezo pero me interrumpe de nuevo, nunca estuve

interrumpido antes maldita sea.

- Muchacho, súbete pronto a ese auto por Alá, ¡vámonos! - Ella habla

furiosa, Alá, ¿es musulmana?

- Este taxi es mio - le explico tratando de no enfadarme con ella, no

Es mi naturaleza maltratar a las mujeres, especialmente a las mujeres.

caliente como la mierda - Disculpe señorita - se lo ruego

cortésmente la dejé retirarse, tratando de controlar mi descanso

de cordura

- No quiero saber de quién es el coche, ¿podemos irnos? - ¿Está por ahí?

habla aún más rápido ahora y necesito reírme de la frustración

o gratis, no estoy seguro.

- Mira, estoy diciendo que soy el pasajero de este taxi - digo

Seguir leyendo

Quizás también le guste

Otros libros de amanda lagos perez

Ver más
Capítulo
Leer ahora
Descargar libro