Esto no es una historia de amor ¿o sí?

Leo es un joven que ha vivido toda su vida encerrado en un pequeño pueblo, para él este lugar ha representado una jaula invisible de la que hasta ahora no ha podido escapar, siempre se ha referido a sí mismo como un pájaro prisionero de un destino que no tubo la oportunidad de elegir.

Pasa sus días muy aburrido ya que las oportunidades de hacer algo emocionante o que lo saque de la rutina son muy escasas por no decir nulas, sin embargo, él no sabe que su vida está muy cerca de cambiar, de convertirse en una montaña rusa de emociones que lo llevarán a descubrirse a sí mismo como individuo, como persona.

Con 18 años cumplidos por fin tiene el suficiente coraje para enfrentar a su familia y hacerles saber esa decisión que tiene tomada hace tiempo, y en una inesperada reunión familiar organizada por él mismo deja caer la noticia en medio de la cena.

"Papá, mamá, ustedes han sido unos padres ejemplares durante todo el tiempo que he estado a su lado, sin embargo, es momento que yo busque mi propio camino porque no me siento feliz con la forma como vivo en en este momento, por eso, he decidido marcharme, me iré a la ciudad a descubrir lo que la vida tiene para mi"

Ante estas palabras hubo un silencio sepulcrar durante unos instantes, siendo interrumpido por Joaquín el padre Leo.

"Leonardo hijo ¿estás seguro?, sabes bien que nosotros siempre te apoyamos y si eso es lo que quieres no vamos a interponernos, pero si me gustaría que tengas la seguridad absoluta de lo que quieres hacer"

Inés -la madre de Leo- al escuchar las palabras de Joaquín no pudo evitar empezar a sollozar, porque aunque sabía que su hijo quería hacer algo diferente no esperaba que fuera alejarse de hogar.

"Papá estoy muy seguro, es algo que quiero hacer hace mucho tiempo, y ahora que ya tengo edad suficiente para hacerme cargo de mi mismo, estoy seguro que es el momento indicado.