icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
El Emigrante
4.6
calificaciones
8.3K
Vistas
39
Capítulo

El joven de 23 años, busca ansiosamente salir de su ciudad natal, porque siente que su vida se ha estancado. Vuelve su mirada hacia los EEUU en busca de aventuras y mucha adrenalina al rojo vivo.

Capítulo 1 ¡Como si fuera Ayer !

Pedro El Emigrante, un joven de 23 años de edad, quería explorar nuevos mundos...

En México, todos los años celebraban el tan esperado tributo a nuestros antepasados, aquellos que por alguna razón partieron también, pero al oriente eterno.

Como decía mi Abuelita Adela: “Para una muestra, un botón”. Frase muy sabia, que recuerdo con mucho cariño.

Adela era de esas típicas abuelas mexicanas, que trabajaban duro en la cocina, para atender a sus comensales y clientes. Todo aquel que disfrutaba su comida y saboreaba sus recetas, decían que eran como un ¡Dejavú!, quedaba plasmado en los recuerdos.

En cambio, mi Abuelo era Talabartero, hacía los mejores trabajos artísticos en cuero, desde cartera, chalecos, chaquetas y toda clase de pedidos en cuero.

En el pueblo, a las 6 de la tarde, se acostumbraba a beber café con leche y tostadas, y era un momento familiar, entre amigos y vecinos.

Cuando eso, yo era un chamaco, tenía 8 años de edad, apenas sabía leer, pero eso sí, era un campeón en los cálculos, como sacaba cuentas, rapidísimo. Mi abuelo decía: “ese muchacho, va a ser comerciante, le gusta la lana”.

A los 15 años de edad, Estudiaba en la mañana y trabajaba por la tarde, ayudando al abuelo en su oficio. El abuelo, como todo buen maestro, me enseñaba con la pasión de un genio, con la creatividad de un artista.

Lo que nunca aprendí fue a cocinar, mi abuela decía: “cada quien en lo suyo, la cocina era para las patronas”, así decía la vieja.

Uno aprende mucho en la escuela, pero en la calle se aprende lo que la escuela no enseña.

Un día, saliendo del colegio, me tropecé con una feria de músicos y me dio mucha curiosidad como a un gato, dicen: que “la curiosidad mató al gato”, no...

Compre su guitarra, en oferta el día de hoy, decía un vendedor. Había muchos sonidos entre mezclados, entre la muchedumbre hablando, los vendedores anunciando, no se podía distinguir que nota tocaban a lo lejos...

De pronto Un niño me toca a la espalda y al voltear me decía: oye buey, regálame unos pesitos que no puedo llegar a casa con las manos vacías, mi diosito te lo compense. Yo me le quedé viendo, de arriba y abajo, por un momento pensé, este chamaco cree que soy rico o que, hasta que observé sus pies rojos y maltratados, llevaba unas sandalias de cuero, muy desgastadas por el tiempo y por un momento, me compadecí del niño. Ten chamaco, le dije, eran unos pocos pesitos que me quedaban de la mesada.

Seguí caminando hasta llegar a una plaza, había un viejo tocando guitarra española, lo acompañaba su lata de propinas, por un momento, me quedé a observarlo y de pronto, me visualicé como músico, tocando y cantando: ¡Hay mi amor! Una clásica canción de mi pueblo.

Al llegar a la casa, me quité las botas, como de costumbre, y pasé el corredor del pasillo que conducía a la entrada de la casa.

Al llegar, estaba servida la comida, justo a tiempo pensé

-Hola Abuela, saludé con un fuerte abrazo, la cual respondió como siempre con una dulce sonrisa diciendo:

- Te hice tu plato preferido

- Gracias mi abuelita bella, eres la mejor. Te quiero mucho, respondí

Se escuchó la puerta rechinar en mi primer bocado y unos pasos que se acercaban a la entrada, se hacían más fuerte...

Buenas, parece que llegué a muy buena hora, decía, era tío Camilo.

Hola Tío, Bendición, que tal tu viaje...

Como siempre chamaco, mucho movimiento de aquí y allá... Pero bien

Que gusto tío.

-La abuela salió a recibirlo con los brazos abiertos.

-Siéntate para que comas mijo. Debes estar cansado del viaje.

- ¿Cómo está, Monte Rey Camilo?, preguntó la Abuela

- Bien madrecita, muy buenos compradores por allá.

Me alegra mucho que hayas venido de tan lejos.

No, el gusto es mío, quien se va a perder esas exquisitas comidas de Doña Adela, que tanto habla la gente.

La ciudad de Guadalajara, siendo su capital: Jalisco (México), es la cuna del mariachi, la charrería y el tequila. Su nombre proviene de la ciudad homónima, en Castilla-La Mancha, el cual procede a su vez del vocablo andalusí وادي الحجارة (wādi al-ḥiŷara), que significa ‘valle de la piedra’. ‘Río de piedras’, ‘río que corre entre piedras’ o ‘valle de las fortalezas.

En su mayoría son lomas bajas, cuyo punto más alto es el Cerro del Cuatro. El municipio de Guadalajara es el más poblado en el estado de Jalisco. El suelo es de origen volcánico. La actividad sísmica es de moderada a intensa y la actividad volcánica se reduce al Volcán de la primavera, en la sierra primavera.

Tiene un clima subtropical húmedo templado con lluvias en verano de humedad media e invierno mayormente seco. Los días de primavera comprenden los más secos y cálidos del año. Siendo en todo mayo y principios de junio, los más calurosos de esta época y por ende del año, con máximas qué ocasionalmente superan los 35 °C, y con mínimas que varían entre los 13 °C y 20 °C en las noches más cálidas. Posteriormente (en verano) llega la temporada de lluvias que tiene lugar después de la primera quincena de junio hasta finales de octubre, presentándose tormentas con intensa actividad eléctrica, fuertes vientos y en ocasiones granizadas.

En la temporada de lluvias se han llegado a presentar tornados. El más destructivo fue el llamado Tornado de Talpita registrado el 27 de junio del 2018 en punto de las 20:30 (formado por una nube embudo con intensa lluvia acompañada de granizo y vientos de hasta 120 km/h) ocasionó daños en la zona oriente de la ciudad, pero sobre todo en la colonia homónima (Talpita), en donde hubo una destrucción casi total, y como consecuencia aparte, se estimaron más de 200 árboles caídos en la ciudad.

A los 25 años de Edad, recuerdo la situación, se escuchaban rumores sobre una invasión, sobre problemas políticos y sociales en el país, la cosa, no estaba muy bien.

Se respiraba un aire de intranquilidad y de angustia, era como esperar la muerte y no saber el momento.

Durante las explosiones de Guadalajara de 1992, cientos de casas, avenidas, calles, empresas e infraestructura en la colonia Analco quedaron seriamente dañadas, "sin que a la fecha exista un claro deslinde de información y responsabilidades", en uno de los acontecimientos más trágicos en la historia de Guadalajara. Este suceso, aunado a la crisis económica mencionada, dio como resultado la pérdida del poder industrial de Guadalajara; la investigación de los hechos duró más de 11 años en los que no se encontraron pruebas suficientes para nombrar un responsable, las investigaciones ahora están cerradas atribuyendo los acontecimientos a un accidente.

Las explosiones de Guadalajara, Jalisco, tuvieron lugar en la segunda ciudad más importante de México, el miércoles 22 de abril de 1992 en el barrio céntrico de Analco, afectando también a las colonias Atlas, San Carlos y Las Conchas. Donde 212 personas perdieron la vida y otras 1,800 resultaron heridas.

Las explosiones de gasolina en el sistema de alcantarillado ocurrieron poco después de las 10:00 de la mañana (hora local), destruyendo 8 kilómetros de calles, siendo la calle de Gante la más afectada. El saldo oficial de las explosiones fue de 212 muertos, 69 desaparecidos, 1800 lesionados, se destruyeron ocho kilómetros de calles, resultaron afectadas 1142 viviendas, 450 comercios, 100 centros escolares y 600 vehículos.

Esta crisis se denominó "Efecto Tequila". En México, se le conoce como el "Error de Diciembre", surgió por la falta de reservas internacionales, causando la devaluación del peso mexicano durante los primeros días de la presidencia de Ernesto Zedillo

Seguir leyendo

Quizás también le guste

Otros libros de EdyACast

Ver más
Capítulo
Leer ahora
Descargar libro