Tú ¿Podrás Amarme?

*13 años antes*

—¡Mamá! ¡Mamá! ¿A dónde te iras esta vez? —la pequeña nena se aferraba con fuerza a su madre, para que no se vuelva a ir.

—Mi pequeña nena, déjame ir. ¿Sabes? Mami debe irse lejos, muy lejos. Así que por favor suéltame— La pequeña se quedó mirando a su madre con los ojos llorosos, pero en lo más profundo de sus ojitos una chispa de intriga crecía.

—Mamá, ¿porque me dejas? Papá se pondrá muy triste cuando se entere que mamá no está en casa. —miraba a su madre con sus ojitos rojos, pero, aun así, su madre no daba marcha atrás.

—Hija, espero que puedas comprenderme, además te diré esto por tu bien. Espero que nunca puedas amar como yo lo hice y si lo haces, solo será tu perdición ¿te digo por qué? —dos finas lagrimas recorrieron en su rostro, la pequeña nena al ver a llorar a su madre, la intriga que ocultaba en sus ojos se agrando —tú me trajiste mi perdición, amarte fue uno de mis mayores errores, aunque me arrepiento ahora, ya es muy tarde —un largo suspiro salió de los hermosos labios de la mujer. —amar es doloroso, donde sea que vayas siempre será igual, por eso mamá se ira lejos muy lejos, donde tu maldad no me llegue.

La pequeña la miraba confundida al escuchar lo que su madre le dijo. La bella mujer aprovechando el momento de confusión, alejo las manos pequeñas de su hija.

Camino hacia la puerta sin mirar atrás.

Después de unos minutos, se escucharon gritos desesperados por todo el lugar. Cuando el padre llego a casa, escucha los gritos, decide correr en dirección a los gritos, pero al llegar al lugar, se quedó congelado, no pensó que esto podría pasar antes de lo esperado ¿por qué paso esto? ¿Por qué a su familia tenía que pasarle todo esto? Tantas preguntas cruzaban en su mente, pero él no tenía las respuestas. Sola su pequeña hija que miraba la escena con una sonrisa, ella era la única que tenía todas las respuestas, después de todo ella era única con vida

Con el tiempo la pequeña niña no recordaba lo que paso en aquel tiempo.

*Un día antes*

—¡Lely! ¡Despierta! —la pequeña niña Ailet se había convertido en una hermosa joven, pero aun reflejaba una inocencia pura como en aquel año, sus hermosos ojos tenían una pisca de crueldad, pero estaban bien oculto.

—¡No molestes! ¡estoy soñando con mi príncipe azul! —Lely respondió al escuchar sus gritos.

Ella esperaba que su amiga reaccionará de ese modo, sabía como era Lely.

—Vamos Lely, despierta. Llegarás tarde a tus clases. —aún seguía insistiendo para que se despertará.

—¡No! ¡No! ¡No! ¡Quiero dormir! Solo dame unos minutos, luego me despierto ¿Si? —Ailet al ver que no se despertaría, decidió dar inicio a su plan.

—Bueno ¿qué puedo hacer? —miro en dirección donde duerme Lely—no puedo hacer nada ¿cierto? Si tanto quieres dormir ¿veremos qué haces cuando llegues tarde a tus clases?

Lely al escuchar a su amiga, se quedó pensativa, pero después de un momento de pensar se da cuenta a lo que se refiere Ailet.

—¡Cierto!

Salió de su cama a toda prisa dirigiéndose al baño. 10 min después de salir del baño, Lely estaba lista para sus clases.

Ailet y Lely se dirigían a sus salones respectivos, Lely al ver a su amiga, se da cuenta de que algo no andaba bien.

—Oye Ailet, ahora que lo pienso es raro que me despiertes muy tarde, mayormente me empiezas a molestar a las 6 a.m. pero ahora no fue así ¿te paso algo? Puedes contarme, sabes que no pensare nada malo, —Ailet la mira, Lely al mirarla se retracta. —digamos que no lo hare.

—Sé que es raro, pero hoy es una excepción. —Ailet sabía que esto no es para nada bueno, una vez que Lely tenía una duda empezaba el interrogatorio.

—¿A qué te refieres con una excepción? —Lely la miraba con intriga mientras esperaba su respuesta.

—Soñé con lo que ocurrió hace 13 años, aunque solamente era un fragmento.

Lely se sorprendió al escuchar lo que dijo su amiga. Ella no sabía mucho sobre lo que paso aquella época, cuando conoció la conoció le dieron escalofríos, su amiga estaba embarrada de sangre pero ella estaba feliz...

—Ya veo, no pensé que volverías a soñar con lo que ocurrió hace años, pensé que lo habías olvidado. —Lely trataba de tranquilizarse.

—No recuerdo lo que paso aquella vez, cuando pregunto, mi padre se niega a decirme lo que ocurrió; la muerte de mi madre es un misterio para mí, nadie se atreve a decirme que paso, ni mis abuelos lo hacen.

Lely empezó a reír.

—No te preocupes Ailet, debe haber un motivo detrás de todo esto, tu padre siempre te ha protegido. —Lely le mostro una radiante sonrisa.

Ailet al ver la sonrisa de su amiga dejo de hablar, ella sabía que su amiga le estaba ocultando algo, pero lo único que podía hacer era esperar.