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SENTIMIENTO OCULTO

SENTIMIENTO OCULTO

Bailey Dupon

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Capítulo

Tras muchos años de estudio una joven estudiante de clase obrera , es aceptada en una de las universidades más célebres de Suiza donde solo la privilegiada clase de élite social es aceptada, pero un imbécil consigue usurpar tu puesto como mejor estudiante, Isaac Ducruet, arrogante y calculador es hijo de una de las familias más prominentes del mundo, y tu principal adversario, puedes enamorarte de alguien que no es tu tipo, ademas que pasa si la persona del que te enamoras a primera vista es el tipo de persona que mas odias.

Capítulo 1 Le rose

Hoy es un gran día para mí, me bajé del autobús y recorro con mis ojos el campus de la universidad Le Rose por primera vez, es un instituto de gran prestigio y fama mundial como uno de los más costosos.

Solo hijos de famosos y alta alcurnia estudian en estas paredes, el lugar está lleno de nuevos estudiantes yendo de aquí para allá, pero yo no comparto su mismo entusiasmo.

Supongo que el lugar es bastante impresionante, también sé que las universidades se toman en serio el aspecto de sus jardines con su arte topiario.

¿Pero setos en formas piramidales?.

Es exagerado y esa... esa escultura en aquella fuente, solo puedo sacudir la cabeza ante tanta opulencia.

Pero no estoy aquí para contemplar el paisaje, será mejor que busque dónde está el grupo de orientación de los nuevos estudiantes, lamentablemente es obligatorio asistir, preferiría echarle un vistazo al plan de estudio de este año.

De paso descubrir quién me robó el primer puesto en la lista de ingresantes, debe ser alguien muy inteligente porque mi coeficiente intelectual es de 130, lo sé soy un ratón de biblioteca, sin embargo sin esa cualidad no estaría en esta prestigiosa institución, no tengo los recursos económicos, soy una jóven común y corriente sin riquezas, ni conexiones y proveniente de una familia trabajadora.

Me acerco a un letrero con un enorme mapa del campus, están entregando panfletos para formar parte de clubes extracurriculares, sin embargo dos chicas muy bien vestidas cuchichean cerca de mí con un tono risueño.

Una de ellas lleva colgado un bolso Louis vuitton, este bolso debe costar un ojo de mi cara o de mi sueldo mensual, pero Le Rose es una universidad muy exclusiva, ninguna otra universidad ofrece cursos de tanta calidad y variedad.

Es natural que atraiga a los estudiantes más ricos.

Veo un mural con nombres de ingresantes, ¡Maldita sea! hasta jerarquizan a los estudiantes por sus logros individuales, éxito financiero, filantropía y logros académicos.

¡Dios cuánto clasismo!.

Frunzo el ceño, porque entré esas tres categorías sólo destacó en una, respirar profundamente es lo único que me queda.

A quién le importa la cantidad de dinero que dona alguien en estos tiempos, me parece solo un modo egocentrista de presumir sus riquezas.

¡Voluntariado y servicios comunitarios!.

Que mierda tiene que ver eso con la educación superior, no soy la madre Teresa.

En serio toman en cuenta eso en esta institución, pensé que era una universidad no un centro comunitario ni caridad, las notas y los logros académicos son lo único que tiene sentido, aunque aquí parezca lo menos importante.

Y yo salí segunda en las mejores notas ¡Segunda!.. Es un golpe a mi orgullo, con lo mucho que me esforcé.

Si hubiera sacado la mejor nota, me habrían dado la beca completa.

Eso me deprime porque es un fastidio, tener el dinero limitado, para distraer mis penurias busco el edificio de orientación, es un campus gigantesco.

¿Cuántas hectáreas tendrá esta universidad?.

Que fácilmente uno puede perderse en estas instalaciones, de camino a la puerta principal del edificio escuchó a una chica dar un grito emocionado sobresaltándome.

- ¡Oh Dios mío! es Isaac. -

Ese grito fue por un chico, pensé que el edificio había prendido fuego o algo así.

Más chicas se aglomeran y murmuran entre ellas...

- ¡Es Isaac Ducruet!, Dios Isaac, no es posible.-

Dan pena ajena derritiéndose así no más por un tipo...

Continuó caminando, cuando un auto color negro muy lujoso se parquea cerca del edificio.

Veo asombrada porque el auto, en definitiva es elegante, debe costar una fortuna, sin más me volteó y continuó caminando, cuando algo que dice una de las chicas, llega a mis oídos haciendo que me detenga.

- Sabían que Isaac sacó la mejor notas de todas, es sexy y también inteligente.-

¡QUE! ese fulano es el que me robó el primer puesto.

No puedo creer que un ricachón inútil, me haya ganado...

Debe haber hecho trampa.

Me quedo de pie cerca de la puerta principal, simplemente porque me indigna el hecho de que un ricachón tenga la beca completa, no la necesita.

Si solo vez el auto que lleva, es demasiado, claro está, él no sabe lo que significa trabajo duro y sudor en la frente.

Del auto baja un hombre de tez blanca, cabello oscuro y brillante, lacio con corte bajo, con unos ojos rasgados de color gris, una mirada penetrante con pestañas largas y rizadas, una nariz recta y delgada con cejas arqueadas y muy oscuras, con esa cara ovalada y barbilla finamente estilizada sin un poco de bello facial, maldita sea su cara es simétricamente perfecta.

Puede existir un humano así... Me rehusó a ser intimidada por su hermosa cara.

Es alto, tal vez 1.80 metros, lleva vestido un traje casual color azul marino oscuro y camisa negra combinada con zapatillas oscuras, sumamente elegante.

Parpadeo atónita, soy tonta que me pasa, dejándome llevar por la apariencia de un tipo, está claro que me puse algo nerviosa, estúpido corazón deja de acelerarte.

Esto es lo que provoca en mí, sin apenas conocerle, en presencia de una sensación de emoción.

El amor a primera vista es algo cliché, pero un brillo en su mirada me atrapó, ese aire arrogante le da un toque cautivador, su inteligencia una elegancia increíble, aunque soy soltera, no soy de las que se quedan a ver los chicos pasar, pero lo que estoy viendo está fuera de lo normal.

Siente como si el tiempo se parara o que pasa muy despacio, muy lentamente...

Veo que se pasa la mano por la cabeza echándose el cabello hacia atrás, desprende seguridad en sí mismo, algo que muy pocas personas pueden lograr.

Creo que acabo de conocer al hombre de mis sueños.

Sin embargo reaccionó a tiempo, por todas las sandeces que estoy pensando, él es un extraño y siendo sincera, los hombres que me atraen son una completa basura, en todas mis relaciones me han engañado, no sé porque mi relación siempre termina así, por eso esa intuición femenina nunca se equivoca.

El con un rostro aburrido, echa un vistazo a su alrededor y después de un momento camina hacia al campus.

Bien mi rostro, debe estar ruborizado así que me apresuró a entrar al salón.

¡Maldita sea!, la orientación está a punto de comenzar, llegó a sentarme en uno de los asientos vacíos , casi no lo logró.

Varios representantes de la universidad dan discursos sobre la vida en el campus.

Soy incapaz de prestarle atención, no puedo dejar de pensar en Isaac, que me pasa por Dios, no me puede estar llamando la atención ese ricachón inútil.

A leguas se ve que tiene una actitud arrogante e insoportable, no necesito conocer gente de ese tipo.

La orientación termina y no siento que me haya enterado de nada nuevo.

Siguiendo a la multitud, en lo que parece un salón de baile, estoy rodeada de muchas personas.

Una Maestra de la universidad, hace un anuncio hacia todo el estudiantado, es un modo de que socialicemos con los compañeros por lo que nos han reunido a todos, así como un convivio de bienvenida.

Claro, no vine a ser amigos, hago un esfuerzo para no poner mis ojos en blanco por qué aquí solo hay personas de alta sociedad, hijos de ricachones o por conexiones de sus padres en esta universidad.

Soy el único pez fuera del agua y ya me siento a contracorriente.

Decido salir del salón, estar socializando no es lo mío, odio estar entre muchedumbres, cuando me apresuró a salir por la puerta me choco con alguien.

Maldición, golpeó mi cara contra su pecho.

Pero tiene un dulce aroma, será su colonia.

-¡Oye!, fíjate a donde caminas.- exclama serio.

Levanto mi mirada y es él, el tal Isaac Ducruet.

El extraño me mira fijamente, siento que podría comerme viva, realmente me perturba, escaneando mi cuerpo, de pies a cabeza, intensamente.

Adopta una actitud indolente esperando tranquilamente a que diga algo.

Hay un leve rastro de sorpresa en mi rostro, claro hice contacto visual con este ser magnánimo, pero no fue mi culpa chocar con él, no voy a disculparme.

- Discúlpate, tú me interceptaste a mi.- respondo sin pensar.

Como si un brillo se encendiera en su mirada me responde.

- Bromeas, ¿Acaso no sabes quién soy?, me sorprende que alguien de tu calaña no lo sepa al verme.- Mostrándome una sonrisa burlona.

Su actitud pedante aumenta mi bochorno, me sigue mirando fijamente con sus ojos intensos, no voy a intimidarme.

- Y qué importa quién eres, no sabes modales básicos, me sorprende que no sepas tratar con mujeres.- contraatacó rápidamente con palabras molestas.

Mi malestar llega a su punto culminante, siento enrojecer mis mejillas en segundos.

- Nunca te he visto, pero a juzgar tu ropa es de... una calidad cuestionable, así que supongo que eres una don nadie, no mereces mi atención.-

Dios eso sí me hace hervir la sangre este pedante , bueno para nada , es tan insoportable , solo respiro profundo y aprieto el puño , juro que ganas de darle un golpe no me faltan pero iniciar altercados, perdería mi beca y aquí donde las apariencias de seres civilizados es la pantalla del día con día.

Que soy una don nadie, lo hace ver como si mi estatus social fuera insuficiente para compartir un espacio con él.

Ignorare sus insultos vacíos, mequetrefe con traje.

- Tú eres un humano con moral cuestionable, te fue fácil sobornar a los oficiales de admisión, porque cómo llegaste al primer lugar, arrebatándome ese puesto, es obvio que no necesitas la beca.- respondo con rabia en mis palabras.

Isaac solo entrecierra los ojos brevemente y se ríe de mí, como si hubiera dicho el chiste del año.

- No sé muy bien por qué mis notas, te interesan tanto, simplemente hice mi mayor esfuerzo, evidentemente mi esfuerzo es superior que el tuyo, considerando la vergonzosa crianza que debes haber tenido.-

- ¡Vergonzosa! Tú qué sabes, siempre me esfuerzo y trabajo duro, cosas que tú no has experimentado. - digo ofendida mientras suelto un chasqueo de lengua.

Isaac vuelve a reírse pero esta vez con un tono amargo en su risa.

- Bueno el esfuerzo y la dedicación no funcionan en tu caso, tal vez deberías intentar aprender a besar traseros.-

Luego se aleja caminando, sin que pueda contestarle.

Que imbécil y engreído es.

Salgo del convivió, me dirijo al baño de damas, me siento completamente ofendida, es un imbécil narcisista, aunque yo también no fui nada amable, lo ataque con mis palabras, pero lo que importa es alguien con quién no pienso cruzar palabras nuevamente.

Quiero decir, incluso si realmente es mi tipo de hombre, al menos su rostro, aún así, si su cara no es pecado, el problema con ese loco es su personalidad.

Me veo al espejo, tengo el cabello largo color castaño oscuro bastante lacio y ojos color marrón enmarcados con lápiz negro y mi piel es color canela, tengo una cara ovalada y nariz respingada, con labios carnosos, diría que no soy del todo fea, tengo ese aire a chica gitana en las películas, intento dormir correctamente para no tener un rostro cansado, aunque a mis 21 años, me veo bastante joven.

Soy delgada, de estatura promedio , con un cuerpo lo suficiente proporcionado, no tanto busto pero si retaguardia, no soy perfecta ni tan bella como muchas de las chicas de esta escuela, pero nunca me retraje por las burlas en mi adolescencia, que mi ropa es cuestionable , que tiene de malo mi ropa solo llevo una blusa negra manga larga de algodón y unos jeans azules prelavados talle alto, combinados con botas negras, es decir es ropa común, obviamente no voy vestida de diseñador como las demás chicas , hasta ahora me percato, que soy la única con una vestimenta simple y minimalista.

Veo una chica guapa entrar al baño, alta de cabello castaño y de ojos verdes, la cual está me observa y se presenta con una sonrisa amable.

- Hola, soy Charlize Briman, la hermanastra del tipo pesado, con quién te chocaste.-

Ni siquiera noté que alguien estaba observándonos.

- Vienes buscando una disculpa tú también, pues no pienso dársela, tú hermano es un cretino.- reproche enfadada.

- Eeehhh calma, chica que no se trata de eso, aunque él puede ser un grano en el culo, uno muy guapo por cierto.- responde divertida guiñandome un ojo.

- Pero no, no he venido a hablar contigo por eso.- Exclama, sacando una tarjeta de su bolsillo del pantalón.

- ¿Entonces?-pregunto

- Es que busco bellezas exóticas, tú tienes un aspecto fuera de lo común, no eres una bonitilla del montón.-

- Puedes dejar de ir por las ramas.-

- Esta bien, si te interesa un trabajo bien pagado, toma esta tarjeta la propietaria del lugar es mi novia, estarán haciendo entrevistas esta tarde, puedes decirle que yo te envié.-

Coloca la tarjeta cerca del lavamanos y ella se va tan rápidamente como entro.

Pensé, que chica más extraña, sin embargo tomé la tarjeta.

Me dirijo al área administrativa aún debo recoger mi uniforme oficial de la institución, pero quedó estupefacta al ver el precio , cuatro mil dólares por un simple uniforme, ésto es más de lo que consigo en tres meses en mi trabajo de mesera, tendré que usar mis ahorros, lo cual me deja más que preocupada.

Todo porque no conseguí la beca completa, no tengo muchas opciones, tengo que conseguir otro trabajo de medio tiempo o debería sacar un préstamo.

¿Quién va a querer darle un préstamo a una chica como yo?

Tengo un tren de vida modesta, no soy nadie, no tengo ni siquiera garantía.

Mi madre tampoco podría, ella es repostera, solo tenemos un pequeño negocio de pasteles y postres, pero ha decaído estamos casi en la quiebra después de que mi padre falleció hace un año de cáncer pancreático, las deudas hospitalarias se acumularon tanto, por eso empecé a trabajar para ayudarle con los gastos, además tengo una pequeña hermana de cinco años que proteger, nuestras ventas decayeron muchísimo con la competencia.

Al final gasté todos mis ahorros para comprar el uniforme, ahora no sé qué hacer, estoy desolada, no puedo comentarle nada a mi madre y aumentar más sus problemas, con lo feliz y contenta que se puso al darse cuenta que su hija estudiaría en una universidad tan prestigiosa.

El día de orientación término, así que estoy regresando a casa, busco alguna moneda en mi pantalón cuando me encuentro con la tarjeta de la chica del baño, es una dirección de un restaurante japonés sushi Nouveau, propietaria Suki Ling, recuerdo que me dijo que estarían haciendo entrevistas esta tarde, creo que no perdería nada en ver de qué se trata el trabajo, por lo que me dirijo hacia esa dirección.

Al llegar, el restaurante es muy elegante y de lujo, cuando entro veo una fila de chicas muy lindas, imagino que han venido a la entrevista.

Esto parece más un casting de modelaje que el trabajo usual de mesera, me siento insegura de repente y me arrepiento por lo que decido echarme para atrás, no traje ningún documento solo me presente, sin siquiera saber de qué se trata.

Cuando me dispongo a irme del lugar me topo con Charlize en la entrada.

- Me alegro que hayas venido a la entrevista.-

- Yo, bueno... No creo que necesiten más meseras.-

- ¿Meseras?-

- Si.- asiento con la cabeza.

- No, la entrevista no es para ser mesera.-

- Es para que seas modelo.-

Abro los ojos atónita, modelaje.

¿Cómo podría ser yo modelo? .-Asustada niego con la cabeza.

- No tengo experiencia en esa área, ni siquiera se sobre pasarela-

Ella sonríe divertida y Exclama.

- No es necesario, solo necesitamos tu imagen como modelo, no habilidades de modelaje.-

- Pero... yo... no creo que sea la indicada para.- murmuró insegura con una expresión incómoda.

- La paga mínima es de cuatro mil dólares, hasta diez mil dólares, así que deberías pensarlo un poco.-

Mi corazón da un salto al escuchar el salario, mi cara de sorpresa es inevitable, no lo pienso dos veces y accedo a la entrevista.

Después de unos 20 minutos de espera me hace pasar con la gerente y propietaria del restaurante la señorita Ling, tengo entendido que es la pareja de Charlize, es una mujer muy guapa asiática con corte de cabello Bob, delgada con figura estilizada su piel parece porcelana.

Me hace preguntas típicas de mis datos generales.

Luego aleatoriamente me pregunta.

- ¿Sabes que es Nyotaimori?-

- ¿Que?-

Esboza una media sonrisa, me explica, el contexto del trabajo y ahora entiendo por qué la paga es tan buena, estoy perpleja que no sé qué decir.

-Nyotaimori es el arte de servir alimentos en el cuerpo de una mujer desnuda.-

Esto es una locura, convertirme en una mesa viviente de sushi, pero de verdad necesito el dinero, así que al final aceptó el trabajo de body sushi.

- Si empiezas a trabajar hoy, ganarás el doble de la paga usual, tenemos invitados VIP esta noche.-

Creo que me deje cegar por el dinero, así que sin darme cuenta, estaba ya sentada en la silla en el área de backstage del restaurante donde hay colgadas lámparas de papel rojas con símbolos japoneses, gatitos de cerámica dorada con la manita hacia arriba y bambús cubriendo las paredes.

Yo analizaba el lugar y me preguntaba si sentía emoción o miedo, mientras dos señoras con kimonos me capacitaron a varias cosas, soportar la exposición prolongada de la comida fría sobre la piel, a mover el cuerpo de la manera más imperceptible posible y a controlar la respiración constante y profunda.

Todo ésto antes de pasar a un baño bastante digno y limpio donde me bañaron, exfoliaron y secaron.

No sabía si reír o huir...

Desnudarme nunca ha sido fácil pero me pareció sencillo.

Saber que nadie me conocía y que nunca volvería a ver sus caras fue el motor que encendió este par de piernas que me hicieron caminar sin ropa desde el baño hasta aquel salón comedor dónde me esperaba una mesa negra y un banquito para subirme y fundirme en ella.

De nuevo las señoras en kimonos aparecieron con Charolas en mano y comenzaron a acomodar el sushi y los nigiris, el jengibre, las rodajas de limón y el wasabe sobre mi piel desnuda.

Las palpitaciones de mi corazón casi tiraban los sushis de mi pecho.

Para entonces la idea de fundirme con la mesa de madera se había esfumado pues mi piel se ponía chinita, mis dedos de los pies se movían sin control, mi respiración era acelerada e inconstante y las palpitaciones de mi corazón casi tiraban los sushis de mi pecho al oír las primeras voces de hombres atrás de la puerta.

El festín estaba listo y la puerta se abrió y por ella lo vi entrar con la música de fondo que retumbaba en mis tímpanos.

El impresionante hombre que acaba de aparecer con dos acompañantes, vestidos de trajes elegantes.

Reconozco ese rostro tan perfecto en cualquier parte que vaya, es Isaac.

Su presencia inunda la sala del restaurante, con un aura magnética, peligrosa como un depredador.

Veo en su mirada un brillo travieso, le divierte mi cara de pasmada.

Me debatí entre saltar, y dejar volar el festín para escaparme de esta locura, o respirar profundamente y recordar la frase que desde niña me enseñó mi papá: “el mundo es de los valientes”.

Sé le ensombreció los ojos y levantó una ceja sorprendido.

Opté por quedarme, se sentaron alrededor de la mesa.

Mi corazón salta de mi pecho, me quedó sin respiración, creo que cambio de color facial instantáneamente.

Los comensales me miran de pies a cabeza gozosos y yo me concentraba en mi respiración.

Los sushis eran malabares y en ese cuarto ya no cabía la timidez.

Estoy nerviosisima, mis entrañas se retuercen de dolor con mis pulmones comprimidos.

Debo calmarme y mantener mi sano juicio, soy débil ante este hombre con hermoso rostro y mi corazón está debilitado en este momento, además de la vergüenza que me apodera.

La noche avanzó y no sólo distinguía las voces de los aficionados sino su tacto y sus miradas.

Uno de ellos juega con la comida, intentando mantener más interacción con mi cuerpo.

Su compañero se percató y le dijo.

- Si no comes y solo sigues acariciando el sushi, me voy a poner celoso.-

La comida se terminaba y mi cuerpo se asomaba cada vez más.

Cuando sólo quedaban tres piezas, fueron ofrecidos a Isaac como líder del grupo y distinguí que había sido él el más cauteloso al tacto.

Tengo grabada su voz.

Se levantó, me miró a los ojos y mi corazón volvió a latir rápido y desordenado.

Clavó su mirada en la mía, tomó la pieza de mi lado izquierdo y la comió; tomó la del lado derecho y la comió.

Descubriendo totalmente mi cuerpo tomó la última pieza, y la comió.

A partir de aquí, nunca será lo mismo.

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