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Amor Shinobi

Amor Shinobi

nay86

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Capítulo

Esta historia le pertenece a: Gissele.B y tengo su permiso para publicarla La portada fue hecha por: S.G.M En un mundo tan cruel como es el de los shinobis, tres personas tendrán que enfrentar emociones y realidades que cambiaran sus vidas por completo. Amor, promesas, drama y amistad… todo va influenciar en la vida de ellos y comprenderán que en el mundo shinobi es posible que estén vivos hoy pero mañana no y deben superar sus propios miedos para llegar a vivir la tan anhelada felicidad. Taylor es un niño prodigio que no puede trabajar con ningún equipo, es orgulloso y se cree superior al resto, pero al conocer a Alis todo cambia. Fue amor a primera vista, desde su amor infantil que evoluciono a un amor más maduro al convertirse en un hombre en toda regla y la sigue amando con intensidad y luchara contra cualquier cosa solo por estar con ella. Alis tiene un pasado, usa una bufanda para no mostrar su rostro y por ende no demostrar lo que para ella era una marca eterna de fracaso, al ser designada como la sensei de Taylor formará un lazo muy fuerte con él y a medida que el crece y se desarrolla como un gran hombre, ella empezará a verlo con otros ojos… ¿Podrá superar todo y aceptar su amor por su ex-alumno? ¿Logrará corresponder a la fuerza de los sentimientos de Taylor?

Capítulo 1 1

6 años - Genin

Frunciendo el ceño bajo su máscara Taylor miró a su sensei.

- ¿Sensei?

- ¿Hmm?- le sonrió al muchacho desde detrás de la bufanda que siempre cubría la mitad inferior de su cara.

Algo se retorció en su memoria, escurridizo como la niebla, dejando solo débiles rastros de sentimientos y emociones detrás de ellos que también se disiparon.

- ¿Taylor? ¿Qué es? Reconozco tu rostro pensativo- dijo ella, empujándolo suavemente en la mejilla.

Su cabello purpura se deslizó sobre su hombro y los pequeños y fuertes dedos de Taylor picaron por tocarlo.

¿Alguna vez sientes que las cosas están al revés y yo soy el que se supone que debe cuidar de ti?

No es que alguna vez le dijera eso a su sensei... pero sería perfecto ver su linda expresión...

- Nada.

Ella lo miró por el rabillo del ojo mientras continuaban caminando por el pueblo.

Su ex compañero de equipo Giovani, los saludó con locura cuando pasaron junto a él y su equipo genin en los campos de entrenamiento. Taylor estuvo muy tentado de dejar una o dos trampas cerca de su entrada, pero suspiró para sí mismo cuando vio que el mejor amigo del rubio lo estaba mirando. Hmph. El maldito Karashi era demasiado atento. Él pospuso el plan hasta el regreso.

- ¿Es tu equipo?- rió Alis cuando pasaron junto a Damian, su otro ex compañero de equipo. El estaba apoyado en la entrada del campo de entrenamiento del equipo de Giovani y aparentemente no había nada mejor que hacer.

Resopló por la nariz.

- Están recogiendo sus mochilas para reunirse en la puerta, una misión.

Debajo de su propia máscara, las mejillas de Trent ardían de celos. No tenía equipo, lo que lo limitaba mucho. Nadie quería aguantar a un "niño", especialmente si ese niño era mejor que ellos. Sus últimos tres equipos lo habían rechazado; Alis fue su tercer sensei y hasta ahora, la más duradera. Ningún otro compañero de equipo había sido asignado a él.

Y esperaba mantenerlo así.

Lo que significaba atravesar al demasiado sabio Karashi bloqueando su camino.

Alis frunció el ceño a Damia, levantando las esperanzas de Trent.

- ¿Ya te vas?

La expresión de él se suavizó.

- Lo intentaré y volveré a tiempo.

- Será mejor que lo hagas.

Se miraron el uno al otro por un momento. La frente de Trent se frunció en consternación. Quizás debería mover las cosas por sí mismo. Tiró de la manga de Alis.

- Sensei, ¿vamos a la práctica de katana? Lo prometiste.

Ella asintió, sonriendo a Damian con disculpa.

- Búscame cuando vuelvas.

Él asintió, luego miró a Trent con un destello en sus ojos oscuros y conocedores.

- Las cosas van más suaves desde que tienes un sensei privado, ¿no es así?

Como si se estuviera bajando al nivel del Karashi. Trent le dirigió una mirada hostil y entrecerrada. Oyó a Alis toser detrás de su mano.

- Buena suerte en tu misión, Damian. Deja en paz a mi estudiante; te daré una oportunidad por tu dinero a que te puede patear el trasero.

- Hnmp.

Ella negó con la cabeza, dándole un rápido abrazo de un solo brazo que, para crédito del Karashi se apoyó y regresó de vuelta.

Al menos hasta que su expresión se estremeció.

- Muy apretado- gruñó.

Alis se rió y lo soltó antes de alejarse con Trent a su lado.

- Cobarde.

- ¿Cuántas costillas rompiste?- Trent preguntó mientras pasaban a otro campo de entrenamiento.

Él dirigió su vista a su cara para observarla rascarse la mejilla, justo por encima de su bufanda. La brisa sopló mechones de su cabello de color purpura alrededor de su hermoso rostro.

Ella le sonrió.

- Solo una o dos- Ella se mordió el labio antes de devolver los hombros y mirarlo con orgullo-. Nadie se burla de mi alumno.

Luego ella se agachó y le revolvió la melena plateada.

Volvió su mirada funesta patentada hacia ella.

- Sensei...

Ella se rió de él y asintió con la barbilla con un brillo en sus ojos esmeralda.

- Entrenaremos en el campo siete. En tu marca... prepárate... ¡vamos!

Se fue como un disparo, dejando un rastro de sendas camufladas detrás de él.

- ¡Ay! ¡Hahahah! ¡Bien hecho, pero te atraparé por eso!- Ella se rió, dándole caza.

Detrás de su máscara, Taylor se permitió sonreír.

Sólo ellos dos, esa es la forma en que se suponía que era y debería seguir siendo siempre.

Alis miró a Taylor y sus ojos se arrugaron cuando ella le sonrió detrás de su cuello levantado. Sus ojos se posaron en donde estaría su boca, luego volvieron a sus ojos otra vez.

- ¿Sensei?

- ¿Hmm?

- ¿Cómo es que siempre mantienes la boca tapada?

- ¡Ah, tengo unos dientes terribles!- dijo ella con una risa. Con un gesto exagerado se cubrió la boca y ensanchó los ojos cómicamente.

Ella se estiró para despeinarle el cabello y él frunció los labios detrás de su propia máscara.

Su viaje a Suna como mensajeros fue tranquilo y relajado mientras cruzaban el bosque profundo. Como la misión era un rango 'B' debido al viaje, normalmente un equipo Genin no pudo aceptarlo. Afortunadamente para ellos, su sensei tenía rango ANBU y aunque solo era un Genin, Taylor sabía que ella se lo había arrebatado a su Maestra, la jefe de toda la nación del fuego para darle algo de tiempo para llevar a cabo las misiones adecuadas.

- Eres extraña- dijo, con voz plana.

- Claro que sí- dijo ella todavía sonriendo.

Lo suficientemente extraña como para encontrar el tipo de misión que no solo podía hacer, sino también hacerlo y en su mayoría de forma autónoma. Ella lo dejaría tomar la iniciativa durante la mayor parte de la misión.

Él miró a su alrededor. Esta sección de la madera tenía árboles imponentes con grandes espirales para aterrizar en...

Levantó la vista, luego miró a su sensei. Ella le sonrió y le guiñó un ojo.

- Ve por ello.

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