El libro de mano

A veces pienso que deberías estar aquí y me enojo contigo y conmigo por no hacerlo.

Cuánto más lo pienso más me enojo y me entristece, por qué no buscaste ayuda? Por qué no dijiste nada cuando te hablé?

Cansada de haber hecho nada decidí que mejor te mandaba un mensaje total luego podría llamarte, pero luego ya no estabas.

Sentí mi vida yéndose y aparecieron cada vez más preguntas. ¿Y si me olvido de tu voz? ¿ y sí dejó de recordarte sin querer? ¿de olvidaran de ti? Te te había perdido en frente, no quería perderte también en la menoría , no quiero

Dejaste una carta y juro que intento pero me cuesta tanto admitir que la escribiste, que sabias que sucedería y no fuiste capaz de avisarme. Podría haberte ayudado , podríamos haber hecho algo, nosotros tu familia.

En cambio decidiste que lo harías solo, que te irías sin avisar, habiendo firmado papeles, habiendo planeado el funeral, no querías causarnos dolor y ahora nos queda la impotencia de no haber hecho más.

Es mentira que no import que tan lejos estés yo te amaré igual, es mentira, quiero que estés acá y no estás, pero si es verdad que te amaré.

A veces me ataca la melancolía y te extraño tanto que se me desarma el corazón, y no puedo abrazarte.

Papá, te amo desde aqui.