Login to ManoBook
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Fuerte & Claro 2

Fuerte & Claro 2

Julie Madness

5.0
calificaciones
7.1K
Vistas
18
Capítulo

Supongo que muchos pensaron todo menos que Jeon se fue sin previo aviso dejando a nuestro rubio con una duda que hasta en sueños le persigue... suena cliché pero créeme no lo es, no estamos en el primer libro. Bienvenidos a la segunda parte.

Capítulo 1 Prólogo

Jimin.

Estaba tan feliz, demasiado emocionado tanto que quería gritar muy fuerte y claro que por fin se lo había dicho, después de tantas dudas e inconvenientes estaba seguro de que le gustaba Jeon. Al llegar a el campus lo primero que hizo fue buscarle en aquel sicomoro, pero no le encontró… buscó por casi todo el campus sin éxito alguno ¿Por qué no vino?

No podía evitarlo, después de clases solo fue a buscarle. –¿Se fueron? -preguntó mientras observaba por la ventana de la vacía vivienda.

-Sí, se fueron ayer a eso de las 10:00pm ¿eres algún familiar? -la anciana que al parecer era la vecina le observa ansiosa a su respuesta.

-Solo soy un amigo- ya estaba, su día se había arruinado ¿cómo se pudo ir? ¿por qué no le dijo nada? ¿quería llorar? Si así era... ¿por qué no lo hacía? ¿por qué no salían las lágrimas?

- ¡Joven, joven! - y volvió en sí con un “uhm”. -El jovencito Jungkook ha dejado esta libreta en su cuarto, creo que la ha olvidado ¿está bien si la dejo contigo? – Park tomó la libreta mientras daba un leve asentimiento, era la libreta en la cuál le tomaba las notas a el pelinegro, que calor hacía… el rubio sacudió levemente el cuello de su camisa. - ¿Joven, está usted bien? ¿acaso está llorando? - Jimin sonríe y con su antebrazo seca su rostro.

-Uff que calor hace ¿no le parece señora? creo que iré a darme un baño, muchas gracias por esto… adiós- sentía cierta presión incómoda y super intensa en su pecho, era como si doliese, pero a la vez no… se sentía impotente ¿Por qué se sentía así?

¿Cuándo volverá? ¿tardará mucho? Es obvio, se llevaron todo a excepción de esta estúpida libreta.

Cuatro semanas sin saber nada de Jeon, cuatro malditas semanas en las que pasaba mucho tiempo escribiendo en esa libreta… se había ido sin dejar rastro, la libreta no tenía nada de valor. -Jimin, vamos a por hamburguesas a la cafetería… yo invito- Jin sacudió bruscamente a Park.

-No tengo hambre, gracias- balbuceó mientras garabateaba en la libreta.

-Por Dios pasas más tiempo con esa libreta del que pasas conmigo, la llevas a todas partes- el castaño intentó quitársela sin éxito alguno. -Vamos, yo invito- insistió.

-Que no tengo hambre Jin- el rubio se puso en píe. -Lo siento, tengo clases… adiós- el castaño estaba preocupado… desde que Jeon se fue Jimin había cambiado drásticamente, el siempre tiene hambre y ahora de repente no, no come muy seguido solo cuando siente que se está muriendo de hambre, quería ayudarlo, pero no tenía como.

Después de tres meses todo había vuelto a la normalidad, había vuelto Jimin solo que ahora un poco más callado y atento en clases.

-Uff- el rubio suspiró mientras quitaba sus zapatos. -Vamos a ver cuanta propina nos dieron- Sacó una bolsa con monedas y comenzó a contar mientras subía las escaleras.

- ¿Largo día? – Un hombre de mediana edad a quién conocía y del cuál ha estado escapando preguntó desde arriba.

- ¿Qué haces aquí? – fue tanta la sorpresa que el rubio soltó la bolsa junto con las monedas que hace un rato contaba.

-Vine a por mi nieto- el hombre baja un escalón.

-Mierda! Creo que se fue hace dos días- el rubio intentó subir después de decir esto, pero el hombre le impidió el paso.

- ¿Escapaste para vivir así, mendigando por propina? Que ironía lo tenías todo, techo, cama, comida y lo más importante dinero, pero lo dejaste para vivir así- el hombre canoso sacó un habano y lo encendió. -Empaca, que nos vamos- ordenó y se hizo a un lado.

-No iré contigo a ningún lado- murmuró y de nuevo e intentó subir sin éxito.

-Oh no claro que irás, eres menor de edad-

-Muy pronto seré mayor de edad y no vas a poder retenerme, igual me iré de ese lugar las veces que pueda - el rubio contraatacó.

- ¿Seguro? Sabes que no me gusta escuchar la palabra “NO”- el rubio intentó tomarlo de el brazo, pero este lo corrió, luego pensó en la barandilla, pero… un golpe fuerte y una instantánea sensación de dolor provocó un apagón en todos sus sentidos.

¡Jimin, Jimin! Lamento irme sin decírtelo.

La molesta luz le obligó a despertar del que al parecer fue un profundo y muy largo sueño, observó a su derecha encontrándose a un chico castaño con una impresión muy sorprendida. - ¡Jimin! Santo cielo, no sabes lo preocupado que estuve… cuando mamá llamó a decirme que llegaste muy mal, vine corriendo, mamá me ayudó a pasar ya que alguien dijo que no recibirías visitas ¿quién es esa persona que pidió eso? ¿Jimin? ¿Qué pasa? - ¿quién era este tipo? ¿por qué solo decía Jimin esto y Jimin aquello? ¿era el mismo de el sueño? El rubio negó inconscientemente, el del sueño era pelinegro.

- ¿Quién eres tú? Suéltame, no se quién eres- se estaba hiperventilando ¿quién era este sujeto?

- ¿Hey, ¿quién te dejó entrar? dije claramente que no quería visitas- una mujer con bata blanca se apresuró a tomar por la mano a aquel chico.

-No puede ser ¡Jimin!, ¿Cómo no te vas a acordar?¡Fuimos a preparatoria juntos! Soy tu mejor am…- el hombre de mediana edad que entró tapó sus oídos.

- ¡Suéltame! No sé quién eres- este ya estaba preparado y sacó una fotografía.

-Tranquilo, mira… este eres tu y este de aquí soy yo, tenías 12 años en ese entonces soy tu abuelo Jimin- esto logró que Jimin se calmara un poco.

- ¿Por qué estoy aquí? ¿Cuánto llevo dormido? – el hombre canoso guardó la foto nuevamente en la billetera.

-No mucho… solo dos semanas, estábamos en uno de nuestros paseos a caballo matutinos y se apareció una víbora sabes que los caballos le temen, pero Quentin le teme mucho más, caíste y golpeaste muy fuerte tu cabeza- ¿por qué diablos no recordaba nada? Recuerda, recuerda, lo intentaba, pero no podía. -Que es lo último que recuerdas? – preguntó y tomó la mano de Jimin.

-El funeral de mamá, estabas conmigo- Jimin aparta su mano.

-Oh, muy bien sucedió hace poco así que no olvidaste nada-el hombre se puso de pie y fue directo a la mesa de servicio. - ¿Quieres Kimchi en tu sopa instantánea? -

-Por qué ese chico dijo que estudiamos juntos- el hombre se quedó en silencio por un largo momento.

-Está loco, tu no lo conoces… yo nunca lo había visto en mi vida, deberías comer ahora… iremos a Seúl en unas horas, ¿recuerdas? comenzarás a estudiar Hotelería y Turismo para hacerte con la cadena familiar así que basta de preguntas y come, volveré en un rato- el hombre se fue sin más.

¿Por qué esa sensación tan extraña? El rostro de ese chico le era familiar… ¿ese chico en su sueño quién era?

Seguir leyendo

Quizás también le guste

Otros libros de Julie Madness

Ver más
Capítulo
Leer ahora
Descargar libro