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Todo empieza con una traición

Todo empieza con una traición

Lorenza Pollick

5.0
calificaciones
1M
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537
Capítulo

Caden fue traicionado por su novia a sus veinte años. Con el corazón roto, tosió sangre y se desmayó. Una gota de sangre manchó el anillo que había usado desde la infancia. Como por arte de magia, el detector de línea de sangre que había estado inactivo durante veinte años finalmente se activó. El sistema mostró a Caden muchas cosas sorprendentes sobre su origen. En un abrir y cerrar de ojos, pasó de ser un estudiante pobre a un gran jefe que poseía varias compañías. Rápidamente se convirtió en el joven más rico del mundo. Todos los que lo habían humillado en el pasado, incluido su ex que lo había traicionado, vinieron arrastrándose a sus pies. ¿Debería pagarles con la misma moneda?

Capítulo 1 Sistema activado

En el campo de deportes de la universidad Singve.

"Tristan, hasta aquí llega nuestra relación", dijo Ellie Harrison, cruzándose de brazos mientras miraba fríamente al hombre que tenía delante.

"¡¿Qué?! ¿Por qué? Ellie, ¿qué hice mal? ¿Por qué me haces esto?". Tristan Stanfield se pasó los dedos por su cabello desordenado con angustia.

Después de todo, ellos estaban juntos desde el colegio. Tras graduarse, ambos fueron aceptados en la universidad Singve, y a los ojos de sus compañeros y profesores, eran la pareja perfecta.

Por eso, Tristan había pensado que aquello era solo el principio de su feliz vida juntos; pero, inesperadamente, ¡Ellie rompió con él en el día de su cumpleaños!

"Tristan, ya no siento nada por ti. Vete de una vez. ¡No quiero volver a verte!". Con una mueca de disgusto, ella agitó su mano como si intentara ahuyentar a una molesta mosca.

"Ellie, dime la verdad. ¿Estás saliendo con Kevin Vance? ¿Se trata de eso?". Los ojos de Tristan enrojecieron de ira.

Resultaba que, hacía tres días, él la había visto subir al auto de aquel hombre. En ese momento, creyó que sus ojos lo engañaban y se convenció diciendo que una chica pura como ella no lo traicionaría. Sin embargo, la realidad lo golpeó con fuerza.

"¿Y qué si es así? Tristan, compórtate como un hombre y deja de molestarme. Kevin llegará pronto, y no quiero que piense que seguimos juntos". Mientras Ellie hablaba, retrocedió unos pasos, como si temiera que la vieran con Tristan.

"¡Kevin no es más que un mujeriego que no te va a valorar como yo! ¡Solo quiere jugar contigo! ¡Yo soy el único que te ama de verdad! Ellie, por favor, no rompas conmigo. ¡Podemos solucionarlo!". Mientras él hablaba, extendió la mano para tomar la de la chica.

Sin embargo, ella se retiró y lo miró con disgusto. "¡No me toques! Tristan, yo nunca quise estar contigo, ¡simplemente ha sido una pérdida de tiempo! ¡Mírate, no tienes casa ni auto! Incluso después de graduarte, solo podrás trabajar para otros y luchar por sobrevivir. Yo no quiero sufrir a tu lado. Y Kevin… Mira el collar que me regaló, ¡vale ciento veinte mil dólares! ¡A ti te llevaría años de trabajo para poder comprarlo! Claramente, él puede darme la vida que quiero. ¿Tú puedes? No, ¡porque no eres más que un perdedor sin dinero!".

"¡Dinero, dinero, dinero! ¿De verdad es tan importante para ti?", exclamó Tristan lleno de ira.

"¡Eres un idiota si no puedes ver que el dinero lo es todo!", intervino una voz detrás de ellos.

Vestido con su traje de diseñador y luciendo un lujoso reloj, Kevin se acercó con una sonrisa burlona.

"Kevin, ¿no te dije que me esperaras en el auto? Iría a verte en cuanto rompiera con este perdedor". Apenas diciendo eso, Ellie rodeó el cuello de este con los brazos y lo miró coquetamente.

En respuesta, Kevin la tomó por la cintura, acariciándole el trasero mientras lo hacía.

Ellie no rehuyó su contacto. En cambio, gimió de placer, animándolo a que la tocara un poco más.

Al ver esto, Tristan sintió como si su corazón se hubiera hecho pedazos. Furioso, cerró la mano en un puño y se dispuso a golpear a Kevin.

Sin embargo, reaccionando con rapidez, este último levantó la pierna y lo pateó en el pecho, haciéndolo chocar contra el suelo. Antes de que Tristan pudiera levantarse, Kevin le dio un golpe en la cara y un pisotón en el pecho.

"Tristan Stanfield, escucha. Ahora Ellie es mía. Voy a llevarla a almorzar al hotel Breezy, y luego a una lujosa habitación por la noche. Quisiera que veas cómo gime como una puta debajo de mí, perdedor".

Al oír sus palabras, Tristan se retorció para liberarse, pero fue en vano.

Kevin solo lo miró con condescendencia como si fuera una hormiga. Entonces, atrajo a Ellie a sus brazos y le sonrió obscenamente. "Nena, te compré unas bragas sexys para más tarde. ¡Vamos a divertirnos mucho! Este perdedor nunca podría satisfacerte, ¡pero yo sí!".

Después de decir eso, Kevin se lamió los labios con deseo. Sin previo aviso, metió la mano bajo la camisa de Ellie y le frotó los senos.

La respiración de ella se aceleró, y sus mejillas se sonrojaron mientras lo miraba con lujuria.

Entretanto, todavía luchando en el suelo, Tristan sintió una oleada de ira, angustia y asco. La sensación era tan abrumadora que se sintió mareado.

Él llevaba tres años con Ellie, pero nunca la había tomado ni siquiera de la mano.

A sus ojos, ella era tan pura y santa como una diosa.

Pero, inesperadamente, resultó ser una zorra, lo que realmente lo enfurecía. Apretando los puños, Tristan golpeó el suelo mientras veía a la pareja alejarse. Luego gritó: "¡Dinero, dinero, dinero! ¡Si algún día me hago rico, les haré pagar por esto!".

De repente, un sabor metálico le llenó la boca, no pudo evitar escupir sangre. Al segundo siguiente, su visión se nubló y se desmayó en el campo de deportes.

Con eso, el líquido manchó el anillo en su dedo, que pareció absorberlo.

En realidad, este pertenecía a los padres de Tristan, quien lo llevaba desde niño.

Ahora que habían pasado veinte años, por primera vez el anillo de bronce emitió una luz extraña.

Al cabo de un rato, Tristan volvió en sí.

Abriendo los ojos lentamente, se encontró acostado en una cama de la enfermería de la universidad.

Justo cuando intentó levantarse, su dedo tocó accidentalmente el anillo y, de repente, un sonido metálico resonó en su cerebro.

"¡Has activado el sistema Magnate!

Primera tarea de novato activada: ¡gastar un millón de dólares! Una vez cumplida la misión, se activarán los logros ocultos y serás recompensado.

Duración de la tarea: 24 horas.

Activación del crédito monetario en el sistema en curso...".

Al oír la extraña voz robótica en su cerebro, Tristan se quedó atónito. Mirando a su alrededor sin comprender, se preguntó si alguien le estaba gastando alguna broma.

En ese momento, su celular vibró. Cuando miró la pantalla, vio que era una notificación del banco.

"Su cuenta ha recibido una transferencia de 1.000.000 dólares. Su saldo actual es de $1.000.078".

Asombrado, la mano de Tristan se entumeció, por lo que el celular cayó sobre la cama. "¿Estoy soñando? ¡¿Soy millonario?!".

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