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EL CLUB DEL DESEO

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Capítulo 1 . 1

Palabras:1288    |    Actualizado en: 07/08/2022

e la ventana de su oficina, todo era amplio y

o la espalda sólo porque le gusta divertirse viendo mujeres, disfrutar de ellas, apostar dinero, sabía que era la oveja negra, pero esos vicios por los que su familia no quería

podía hacerlo de gratis. En especial disfrutar estar dentro de un coño bien caliente y dispuesto pa

regla de oro era no volver acostarse con una, porque con las

le hacían sexo oral y se desnudaban para él? Absolutamente nada, Pero de los años que tenían trabajando con él, sólo había ocurrido unas ¿cinco veces? La verdad no te

a lo distrajeron y saca

nson algo enojado y estresado entró. —¿Qué pasa? — dijo divert

Gael asintió — y menos bailarin

é di

sus respectivos hombres no quiere que siga traba

cliente se quiere pasar de listo lo saco a patadas del lugar, y la cantidad que se cobra por estar con ellas, es casi exclusivo para mis chicas, yo solo me dejo un 20% de esa cantidad, las

ía mientras que otros hombres se las comen con la mirada. — Gael puso los ojos en blanco, era

iste a Jenny, te enamoraste de ella, te casaste y ambos sig

sólo un trabajo más, además ella nunca aceptó acostarse con

ncio que se necesita mujeres

ara la limpieza, Lili no da abas

n ha

lub cumple 7 años.

cansado de lo mismo, me gustaría algo diferente, el prob

miendo que te ap

iré alguna idea a

traer problemas, se pelean por ti — Ga

ienen trabajando para mí, además siempre que compartimos cama lo hacemos

siempre buscan que él escogiera a una sola, pero no escogería a ninguna, eran hermosas y tener sexo con ellas eran increíble, pero, era solo eso, sexo, además las veces que había ocurrido era porque ellas se colaban en la habitación, él nunca las buscó y sabía que tampoco lo hubiera hecho, aunque a Rachel desde un principio l

un baile de máscaras, siempre lo mismo,

decidió ir a su penthouse, su lugar era ahí, est

ción y la otra en la sala, desde el piso 40 en donde quedaba su lugar se podía ver todo el lugar, por el que había trabajado, por las noches las

ólo la mirada. Con clientas no se oponía a tener una noche loca. Usaba una habitación especial que t

cuidadas sin basura, y las piscinas bien limpia, también había pequeñas chozas, donde las personas podían hacer sus barbacoas. Todo el día viendo y haciendo lo llevaba muy ocupado, a las cinco subía a su penthouse para de

algo le faltaba, pero trataba de no pensar en

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