La Rata en las Sombras: Su Caída
vista de
Leonor, mi suegra, golpeó su
uchos nietos! -anunció, su mirada detenié
gro in
dar un paso atrás en esa carrera tan exigente tuya. Sabes, siempre nos preocupó que tu
tilmente. Metió la mano debajo de la mesa y ap
ha sido un viaje desafiante, y ciertamente no es su culpa que aún no hayamos concebido. -Int
se rió, un sonido l
o mejor para ambos. Una familia grande
gitaba dentro de mí. No me molesté en responder. ¿Qué había que decir? Mi vida
eando las páginas con entusiasmo. La familia se reunió alrededor, riendo, recordando. Observé desde la
a Isabela. Allí estaba ella, en la graduación, en las vacaci
on adoración a Isabela-. ¡Braulio, estabas tan enamorado! Estuvo enamorado de Isab
rojó lindament
llo de frío desdén en sus ojos, antes de bajar la mirada, fingien
da en la sala de mis suegros, con mi esposo, mirando fotos
dome en la nuca. Recordé el susurro de Isabela en el baño antes, mientras me lav
el rostro de Isabela en la foto. Se detuvo en una toma espontánea de el
sesperación, todo se sentía absolutamente si
ntra mi espalda baja. Un dolor agudo me atravesó, y tropecé, cayendo con fuerza sob
momentáneamente despojado de su compostura practicada.
a, su voz estridente-. ¡Pídele perd
lorar, negando
! ¡Braulio es MI papá! -gritó, su peq
llenaron de lágrimas, s
o tendrá sus propios hijos
a mi papá! -gimió Leo, aferr
, miró mi vestido, buscando manchas visibles. Dejó
teñida de una impaciencia cansada-.
itando. ¿Cuándo me convertí en l
de un empujón
opósito, Brau
Braulio se e
su voz plana, un toque de acero baj
zo. Agarré el hombro de Leo, mis de
xigí, mi voz b
ó, apartándom
tocar a mi hijo!
brazo golpeando la esquina afilada de una mesa auxiliar. Un jadeo escapó de
silencio. Todos miraban, c
a su lado, buscando frenéticamente un botiquín de primeros auxilios. Su rostro, cuando me
ndo de rabia-. ¡Estás actuando como una verdulera! ¿Cómo pu
unque en el pecho, cada respiración era una lucha. Contuve las
ra de seguridad montada en
pujé después de que ella me
a los ojos, mi voz temblan
ansferencia de embriones. La cancelé. Así que no tienes que preocupart
color. Me miró fijamen
resonando en el repentino y horrorizado silencio