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El Arte del Sexo

Capítulo 6 ¡Le gusto a mi ex jefe!

Palabras:1998    |    Actualizado en: 15/08/2023

do sus bragas para tocar los labios vaginales d

jer se moja en g

e yacía entre sus muslos. Y mientras que él frotaba su coño, ella

e estar tan tensa y renuente a seguir jugando con él… el CEO opta por bajar hasta la abertura de su

erca al mismo, entre tanto Daviana recuesta el cuerpo sobre su escri

apetitoso y lo primero que hace es rozar su lengua por el mis

por primera vez ciertas sensaciones que creyó que ya no existían en su int

—. Nooo, espere, por favor —Daviana ar

poco más sus piernas y trata de elevar un poco su trasero. Con aquel movimiento

u cuerpo, y ni hablar de la enorme erección que yacía entre sus piernas. Michele j

que ella tocaba su cuerpo mientras que lo arqueaba, era c

o ella da un respingo y por si sola abre las piernas. Michele creyó

a castaña comienza a convulsionar y gemir cada vez con más fuerza y

acía años que no probaba a una mujer tan deliciosa; y ahora que h

h!

do en su coño era algo de otro mundo. Completamente inexplicable; s

uales temblaban como si estuviera muriendo de frío. Su respiraci

a de la realidad, era increíble que le hubiera vuelto abrir las piernas

r las piernas, pero entonces, de la nada su jefe la sujeta del brazo y la h

ojos verdes y sie

ejor que ayer

efe, ¿Por qué

roza con los nudillos su mentón —. A mí me ha complacido m

y su sec

musita muy bajo espelucándol

cuerpo. Derrumbaba sus barreas en cuestión de segundos sin importar nada. Daviana trag

gueo en su coño la estaba enloqueciendo. Entre abre la boc

de pasar, todo tu cuerpo me lo dice, Daviana —sisea c

con un hilo de voz al tiempo q

er toda compl

cio entre sus bocas y decide besarla, pero tan solo rozando sus labios a

an de piedra, bueno, Daviana, puesto

lla bajándose del es

jodiendo a esta hora? —se pre

es su

rtaba tanto que su hijo los pillara a solas en la oficina?, aprieta su mandíbula an

interroga, mientras vue

ro cuando escucha a su jefe preguntarle semejante b

puerta, y nosotros estamos aquí en una situación comprometedo

mina hasta la puerta con bastante determinac

stir…—sin otra escapatoria, la castañ

para ver a una pelirroja de largas piernas parada en

me ha enviado a por su secretaria, pero no l

demonios quería su hijo con su secretaria? Re

lo que qu

a para que me pusiera al día de todo el control que ella lleva —el

cuando regrese la

señor Gershon. Di

dolo a cerrar la puerta, al darse la v

é te has

nsa y no sabe que responder. Pero, ¿Qué demonios le podía contestar?,

aquellos orgasmos obtenidos fueron los primeros de su vida. No tenía e

s que ella no tenía tiempo para involucrarse con nadie de manera sexual y de ningun

jefe era t

ve da un pas

seguir con esta locur

er, lo que suceda detrás de esa puerta

n solo era el revolcón quizás de la semana, bueno tampoco es que esperaba qu

atarme como quiere —Daviana pasa a un lado de él hecha una furia, pod

en él más ganas de tenerla. Su negación solo acrecentaba sus ansias por

ban; luego las hace en un puño e intenta tranquilarse. Al menos ya le había dejad

a en su coño. La joven cierra los ojos y muerde sus labios, era una c

eg

e volver a p

y ponerse en pie —. ¿Qué ocurre contigo? —pero si era aq

se te

n ha estado esperándote por mucho r

ara

oja frunc

tás

regresar por donde vino, Daviana respira c

isando a su ex jefe, quien al percibir su presencia levanta la mirada.

ro curiosamente no le hacía sentir lo mismo

rita M

ando a

anto a mi secretaria sobre lo que

, no hay

a y hace amago de retirarse cuand

se detiene para luego m

ea al

tre ambos —. ¿Se siente a gusto trabajando con mi padre

rcibe que su ex jefe muerde levemente

guido trabajando conmigo—en esa

fe le estaba hablando y aún más por esa extraña cercan

a trabajar con su pa

que no le he dicho y es que, me da mucha lástima que esté trabaj

ña ensanchara la mirada, eso signif

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