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Te encontré

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analau

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Capítulo

Después de que el hombre que ella amaba le robara su inocencia, decidió irse, después de cinco años regreso, para tomar un puesto en la empresa familiar donde estaría ella, el hombre que había arruinado su modo de ver el amor y también el hombre que le enseñaría amar de nuevo, pero nada sería fácil ambos hombres tendran que luchar por su amor, después de sus errores. Que hará Samantha perdonará al hombre que la hizo sufrir o se permitirá vivir una nueva aventura con el hombre que llegó así vida...

Capítulo 1 ¡Nunca más!

Hola me llamo Samanta Jones, tengo 25 años, soy diseñadora, vengo de una familia adinerada, mi padre Samuel Jones es un gran empresario y mi hermano Charly su segundo al mando en la empresa que está en Inglaterra, mi madre trabajo junto a mi padre, ahí lo conoció, cuando nacimos mis hermanos y yo mi madre decidio hacerse cargo de nosotros y dejo de trabajar , para estar más presente en nuestra educación.

Mi hermana Sandra ella es mayor que yo por tres años y Charly lo es por cinco.

Sandra es una mujer complicada diríamos que es la preferida de mamá, ella es modelo, ella y mamá siempre se han llevado muy bien, a ambas la moda lo es todo. Aunque yo soy diseñadora y estoy bien vestida, no me interesa que vean la marca de la ropa o si tengo mucho o poco dinero, aunque ganó muy bien, eso no es primordial para mí.

Gracias a mi trabajo eh recibido, muchos premios soy una de las mejores en todo el mundo, no es por presumir pero soy muy buena en mi trabajo.

Ahora mi padre me ha pedido que regrese, quiere que trabaje en la compañía, ya que él y su gran amigo se han fucionado, quiere que los hijos de ambos lados manejen el negocio.

Que me lo impide, o mejor dicho quien, fácil, Diego Brawn, el hombre que hizo que me alejará de todos, de mi familia, mis amigos, de todo.

¿Por qué? Bueno, es el hombre al que ame desde que tenía ,18 años, es amigo y socio de mi hermano, siempre vivi para él, todos los días le mandaba mensajes de buenos días, buenas noches, estaba al pendiente de todo lo que le pasaba. El nunca me ignoro, pero tampoco me dio alas, eso no me importaba yo quería conquistarlo a como diera lugar, el era el amor de mi vida.

Pero cuando cumplí 20 años mi vida cambio, todo mi mundo color de rosa se fue al caño y todo gracias al hombre que según yo era el amor de mi vida.

5 AÑOS ATRÁS..

"Sam, ya levantate amor, los invitados llegaran temprano"

"Oh mamá, hoy es un día que puedo levantarme tarde por favor 5 minutos más"

"Ok si no quieres ir al spa y verte bien para cuando llegue ya sabes quién allá tú"

Rápidamente me levanté de la cama, recordé que mi hermano Charly iría a la fiesta junto con Diego, el hombre que eh amado durante tantos años, corrí al baño me di una dicha rápida y fui a la cita que mi madre había hecho para mi hermana y para mí. Mi madre nos amaba a las dos, aunque se entendía mejor, con Sandra que conmigo, pero aún así siempre estaba para mí.

Después de un día lleno de masajes, limpieza, y no se que tanto, me sentía más cansada que si hubiera preparado 5 desfiles y haber hecho 100 vestidos de novia . En fin llegué a mi habitación, saque el hermoso vestido que mi madre me había comprado, un vestido color azul, de una sola manga, con mis curvas, lucia muy bien en mi, me quedaba como un guante a mi piel, llevaba mi pelo suelto, y un ligero maquillaje, sabía cómo arreglarme si, pero no era mi prioridad.

Cuando dieron las 8 de la noche empezaron a llegar los invitados.

Mi padre entro con su magnífica presencia, yo corrí a abrazarlo, lo amaba tanto, el era el único que me entendía

"¡Papá!"

"¡Mi pequeña princesa! ¡ Mira nada más en qué hermosa mujer te has convertido!"

Me abrazo y me dio un fuerte beso.

Detrás de él llegó Charly y Diego, mi hermano me abrazo al igual que mi padre, ellos dos lo eran todo para mí, a los tres nos gustaba hablar de negocios, Cuando mire hacia Diego el me sonrió, como siempre, con esa sonrisa tan deliciosa y deslumbrante.

"¡Sam, un gusto volver a verte! Cada día estas mas hermosa"

"Gracias, Diego"

"Déjame darte un abrazo" sin esperarlo me jalo y me abrazo, sentir su olor, sus brazos en mi espalda y cintura fue lo mejor.

Sandra llegó a despertarme de mi hermoso sueño.

"¡Diego, que bueno que llegaste, ya te extrañaba"

Sandra y él se llevaban muy bien, aunque mi hermana sabía muy bien que el me gustaba, confiaba en ella, bueno era mi hermana y la familia no lástima, bueno eso creía yo.

Al pasar el momento de la fiesta, me estaba divirtiendo con mi amigo Thomas, un chico que estudiaba conmigo, siempre estábamos juntos aunque todos pensaban que había algo entre nosotros eso no era cierto, él y yo solo éramos amigos el estaba enamorado locamente de mi hermana y el día que le había declarado sus sentimientos por fin ella solo se burló de él, humillandolo en la universidad. Mi amigo apesar de eso aún decía amarla.

Bailamos hasta cansarnos, todo tipo de música, yo sentía una mirada sobre mi, aunque no veía quien era por más que buscaba no le di importancia, casi al terminar la fiesta fui a mi habitación, Thomas había perdido unos apuntes y yo se los iba a prestar, al entrar al pasillo vi que estaba Diego recargado en la pared, no se veía muy bien.

"¿Diego, estás bien?"

"No"

"Te puedo..."

No pude terminar mis palabras, cuando me estaba devorando con su boca, me jalo y me pego lo más que pudo a su cuerpo, si eso era posible. Caminamos por el pasillo hasta llegar a mi habitación, entramos a tropizones, mientras él quitaba cada prenda e mi cuerpo, yo me sentía en el cielo, siempre soñé con esto y se estaba haciendo realidad.

Diego recorría mi cuerpo con su lengua, estaba tan exitada, necesitaba más.

Lo ayude a quitarse la ropa, me impresionó su enorme miembro, yo era virgen, pero había leído mucho para saber que hacer

Diego me llevo hasta la cama donde comenzó a pasar sus manos por mi cuerpo, yo noté algo raro en él, estaba muy caliente, y su respiración no era normal, quise decirle que parará, ya que me apretaba muy fuerte, sus besos eran demandantes, ya no eran comodos solo era deseo. Quise quitarlo de encima de mi pero no podía, cuando menos lo espere me penetró, sin ningún cuidado, solté un grito, el cual el ahogo, con sus besos, por más que le pedía que parará, no lo hizo, después me dijo algo que me dejó en shock.

"¡No era lo que querías"

Mientras soltaba sus palabras arremetia más duro contra mi, ya no luche, simplemente deje que terminara, la pesadilla cerré mis ojos tratando de olvidar lo que el había dicho. Cuando todo termino se levantó de mi, y mirándome con ojos rojos.

"Has conseguido lo que querías, ¿Por qué lloras? Acaso no estás acostumbrada a esto, una mujer como tú no merece un buen trato, es verdad lo que dijo tu hermana no puedo creer que creyera en tu cara de niña buena..."

Me levanté cómo pude de la cama y le dije,

"No se a que te refieres te equivocas conmigo, yo..."

No me dejó terminar me aventó tan fuerte que caí y me pegue en la esquina del buró, mi frente comenzó a sangrar, yo al ver la sangre me quedé inmóvil,

"¡Que más podría decir una puta barata, como tú, que tuvo que drogarme para que la follara!"

Al escuchar sus palabras me levanté cómo un resorte apoyándome en las sábanas de la cama, él al ver qué me levantaba miró la cama y se quedó en shock después me miró pero cuando lo hizo le di una bofetada que bien pudieron escuchar todos los de la casa, el trato de decirme algo pero no lo deje.

"¡Escúchame bien Diego Brawn, en tu vida me vuelvas a dirigir la palabra estúpido, para mí estás muerto a partir de hoy!"

Mientras le decía esto yo recogía su ropa y se la entregaba el seguía como en shock por que podía manejarlo bien, aún con la incomodidad entre mis piernas logré sacarlo de mi habitación.

"Sam.... Yo"

"Nunca más menciones mi nombre, ¡NUNCA MAS!" Gracias a los gritos mi hermana salió de su habitación, a la cuál le brillaron los ojos al ver a Diego desnudo, pero rápidamente, me miró.

"¡Samantha Jones no cabe duda que eres la puta que dicen mira nada más...!"

Antes de que continuara cerré la puerta, escuchaba golpes, pero no abrí la puerta, me metí al baño y lave mi cuerpo quería quitar cada caricia que el había puesto ahí, terminé con la piel roja por tallarla tan fuerte, apesar de estar dolida no derrame una sola lágrima. Cuando salí, me vesti y tome una maleta, comenzé a guardar mis cosas, y cuando estuve lista llame a mi papá, podía confiar en él con lo que fuera apesar de ser un hombre serio, nunca lo fue conmigo, ese mismo día viaje a los Ángeles, llegué a un departamento que era de mi padre, y me instalé, como ya habían terminado mis estudios, no había nada que hacer, mi padre me preguntó que había pasado, pero no quise entrar en detalles.

"No te preocupes papá, estaré bien" fue lo único que le dije, además si el hacia algo me quitaría la satisfacción de ser yo quien le de una lección, y eso era algo que no pensaba perderme.

Mi padre muy a su pesar acepto mi decisión, pasaron los años, me convertí en la mejor diseñadora, un orgullo para mi padre.

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