Nadia : -¿Cómo que ya no me amas? Después de todo lo que vivimos juntos, y todo lo que soportamos, después de haber abandonado todo por tí, me decís que ya no me amas? Marcos: - Ya no siento lo mismo, te agradezco por haberme ayudado a encontrar mi camino, pero ya no me siento atraído por tí, siento que merezco a alguien mejor que tú. Nadia: - Despreocúpate, me abriré camino. Que seas feliz, y ni se te ocurra volver por mí, que no voy a estar para tí como antes. Luego de esto, Nadia decidió tomar un nuevo camino en su vida. Preparó sus maletas, decidió irse de viaje para olvidar lo que paso, y poder pensar cuál será su nuevo camino. Y lo interesante de los viajes, es que nunca sabes lo que te puedes encontrar.
Capítulo 1 Capitulo 1
Nunca creí en las casualidades, soy una persona que se basa más en los hechos, en por qué suceden ciertas cosas, y sé a ciencia cierta que siempre hay una explicación a todo lo que pasa. Pero ahora ya no sé qué creer.
Les voy a contar un poco sobre mi historia, y sobre como llegue a este punto de no entender qué está sucediendo.
Mi nombre es Nadia, era una enfermera que trabajaba a tiempo completo, y amaba mi trabajo. Vivía en Buenos Aires, Argentina. Mis padres siempre me criaron con mucho amor, y cariño, nunca fui una persona con muchos recursos, nunca me falto nada, pero tampoco sobraba. Así que siempre me esforcé por ser mejor, y que nada ni nadie me detenga.
A mis 19 años conocí a mi pareja Marcos, ambos estudiamos en la Facultad de Medicina, él estudió para médico y yo estaba comenzando la carrera de enfermería. Fue mi primer amor, y tiempo después comenzamos a convivir. Él era una persona un poco complicada, siempre tuvo lo que quiso, y sus padres le dieron todo, incluso le daban dinero mientras convivíamos para que él no tenga que trabajar, asique a la hora de la convivencia era un poco difícil. Siempre tenía que hacer todo, él se enojaba si algo no estaba de la manera que le gustaba, y me lo reprochaba, pero a su vez era una persona cariñosa y amorosa, o eso era lo que yo solamente conocía, pues él fue mi primer amor.
Comencé a trabajar primero como enfermera, así que yo era la que generaba ingresos. Siempre estaba en turnos nocturnos, por lo que compartíamos poco tiempo juntos, ya que yo de noche trabajaba, por la mañana descansaba, y a la tarde hacía mis actividades que eran crossfit, (amé siempre el entrenamiento exigente), y baile, amaba bailar, era algo que me conectaba con vivir y disfrutar, siempre sentía que volaba y el tiempo pasaba tan rápido cuando iba a clases de baile. Siempre creí que mi vida iba a ser sencilla, iba a formar una familia con Marcos, trabajaría en el hospital hasta cumplir mi tiempo allí, y disfrutar de las cosas sencillas de la vida. Hasta que pasó lo que pasó...
Luego de 5 años...
- María, espero que le guste este regalo, ahorré muchísimo para poder hacer este viaje, es uno de mis lugares favoritos, siempre soñé con ir a Grecia.
- ¡Obvio que le va a encantar! Y si a él no le agrada la idea, me llevas a mí, que con mucho gusto iré - Nadia y María se reían en la cafetería, luego de un turno nocturno en el hospital- ¿Cuándo lo vas a ver?
- Hoy al mediodía, me invitó a almorzar, vamos a ir a un restaurant de comida italiana. Asique ya, vayamos que me quiero dormir un rato, para estar más que fresca al mediodía después del turno que tuvimos. -
- Uf, ni me digas, maldigo a la luna llena y los turnos de noche, no sé por qué los pacientes se enloquecen tanto, y siempre caen códigos rojos. -
- Por suerte no estamos en partos, sino ahí sí te creería sobre la influencia de la luna llena. Solamente fue viernes a la noche, la gente sale a divertirse y se descontrola, y nosotros somos los que terminamos solucionando sus descontroles. - Estallaron en carcajadas. Pagaron la cuenta, y cada una se marchó a su hogar para descansar.
Llegó el mediodía y Nadia se preparó para su cita, Marcos no estaba en casa, había ido a visitar a sus padres esa mañana, asique se dio una ducha, eligió un vestido con escote corazón, de color azul, con lunares blancos, que iba a tono con su piel clara, y su cabello castaño largo, tenía unos bellos ojos marrones con el iris bordeado con negro, y unos labios carnosos. Marcó sus pestañas, se delineo los ojos, y se pintó sus labios con un rojo suave. Cogió sus llaves, y se tomó un autobús hacia el restaurant, donde él ya estaba esperándola.